Sentados en lo Alto
- Henley Samuel

- Aug 24
- 2 min read
Agosto 24, 2025

Hoy, exploramos una verdad profunda que transforma cómo vemos nuestra posición espiritual. No importa dónde te encuentres, recuerda que has sido elevado y sentado con Cristo en los lugares celestiales. Esta meditación te invita a abrazar tu posición divina y la autoridad que viene con ella.
Rescate Divino
Hay una historia poderosa en Marcos 5 sobre un hombre que vivía entre las tumbas, poseído por muchos demonios. Nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Día y noche, vagaba entre los sepulcros, gritando e hiriéndose con piedras. Su existencia estaba definida por el tormento, la soledad y la esclavitud.
Lo notable es que Jesús cruzó intencionalmente el mar para llegar a este hombre. Se adentró en territorio no judío, un lugar que la mayoría de los líderes religiosos evitarían, específicamente para encontrarse con esta alma atormentada.
Esta historia ilustra hermosamente nuestro propio viaje espiritual. Antes de Cristo, nosotros también estábamos espiritualmente atados, influenciados por el príncipe de la potestad del aire. Como nos recuerda Efesios:
“Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire.” - Efesios 2:1-2
Éramos como aquel hombre, quizá no exteriormente, pero espiritualmente atados por fuerzas que no podíamos vencer por nosotros mismos.
De Esclavitud a Libertad
La transformación del endemoniado fue inmediata y completa. Con una palabra de Jesús, la legión de demonios huyó y el hombre fue restaurado a su sano juicio. Esto no fue solo una sanidad física, sino una restauración completa de su identidad y propósito.
De manera similar, nuestra transformación espiritual es igualmente dramática. Estábamos muertos en nuestras transgresiones, pero Dios, rico en misericordia y amor, nos dio vida juntamente con Cristo. El contraste no podría ser más contundente: de muerte a vida, de esclavitud a libertad.
Lo verdaderamente notable es que Jesús no solo nos liberó; Él nos elevó. Efesios declara:
“Y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.” - Efesios 2:6
Esto no es una promesa futura, sino una realidad presente. Ahora mismo, estás sentado con Cristo en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado y potestad.
Tu Posición Divina
Entender tu posición en Cristo lo cambia todo. Cuando comprendes que estás coparticipando del lugar de honra con Cristo, te das cuenta de que:
Lo que es verdadero acerca de Cristo es verdadero acerca de ti. Lo que no es para Cristo, no es para ti. Estás conectado con la sanidad, el consuelo y el gozo divinos.
No importa cuán desordenada, fea o rota parezca tu vida, Jesús viene específicamente por ti.
Esta posición no se basa en tu desempeño ni en tu perfección. Jesús vino a ti en tu imperfección, te limpió con Su sangre y te levantó a una perfección gloriosa. No esperó a que “arreglaras” tu vida; te encontró donde estabas.
Así como Jesús cruzó el mar para alcanzar a un hombre atormentado, Él cruzó la brecha entre el cielo y la tierra para alcanzarte a ti. No importa tu trasfondo o condición, Jesús vino específicamente por ti.
Vivir desde tu Posición Celestial
Desde esta posición elevada, puedes enfrentar cada día con confianza. Ninguna enfermedad, plaga o dolencia puede tocarte porque eres uno con Cristo. Cada órgano de tu cuerpo puede funcionar como Dios lo diseñó. Cada necesidad financiera puede ser suplida conforme a la provisión de Dios.
Cualesquiera que sean los desafíos que enfrentas, los encaras desde una posición de victoria, no de derrota. No peleas para obtener la victoria; peleas desde la victoria. La batalla ya ha sido ganada.
Recuerda que Jesús no solo te salvó de algo; te salvó para algo. Te rescató de las tinieblas para sentarte con Él en los lugares celestiales, donde puedes ejercer la misma autoridad que Él demostró.
Conclusión
Hoy, abraza tu posición divina en Cristo. Ya no estás definido por tu pasado, tus luchas o tus circunstancias. Estás definido por tu posición: sentado con Cristo en los lugares celestiales.
Que esta verdad transforme cómo oras, cómo enfrentas los desafíos y cómo te ves a ti mismo. Eres realeza, sentado en un trono celestial con Cristo. Vive desde esa posición hoy y observa cómo cambia tu perspectiva sobre todo.
Reflexiona sobre Esto
¿Cómo podrían verse diferentes tus desafíos diarios cuando los miras desde tu posición sentado con Cristo en los lugares celestiales?
¿En qué área específica de tu vida necesitas comenzar a ejercer la autoridad que proviene de estar sentado con Cristo?
Oración
Padre, te doy gracias porque me has elevado con Cristo y me has sentado con Él en los lugares celestiales. Ya no estoy atado por limitaciones terrenales ni definido por mi pasado. Declaro que soy uno con Cristo, compartiendo Su autoridad, Su victoria y Su vida. Desde esta posición, hablo sanidad a mi cuerpo, provisión a mis circunstancias y paz a mis relaciones. Gracias porque todo lo que es verdadero acerca de Cristo es verdadero acerca de mí. Recibo todo lo que tienes para mí hoy. En el nombre de Jesús, Amén.
Puntos Clave
Jesús nos busca intencionalmente en nuestros lugares más oscuros para traer restauración completa.
Hemos sido transformados de muerte espiritual a vida mediante el sacrificio de Cristo.
Ahora estamos coparticipando con Cristo en los lugares celestiales, compartiendo Su autoridad.
Nuestra posición en Cristo no se basa en nuestro desempeño, sino en el gran amor y misericordia de Dios.
Desde nuestra posición celestial, podemos enfrentar cada desafío con confianza y autoridad.
Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas sobre el uso de cualquier material, contáctenos en contact@henleysamuel.org.




Comments