Sentados con Cristo
- Henley Samuel

- May 17
- 3 min read
17 de mayo de 2025

Hoy, exploremos la profunda verdad de la posición espiritual que tenemos en Cristo. Como creyentes, no estamos simplemente trabajando para alcanzar la victoria, ya estamos sentados con Cristo en los lugares celestiales. Esta meditación te invita a cambiar tu perspectiva y abrazar el poder de la resurrección que ya está dentro de ti.
De la muerte a la vida
Nuestro caminar cristiano no comienza con el esfuerzo por alcanzar la victoria, comienza con la victoria misma. Como leemos en las Escrituras,
" porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. " - Lucas 15:24
Esta poderosa declaración revela nuestro verdadero estado espiritual.
Antes de conocer a Cristo, estábamos espiritualmente muertos, desconectados de nuestro Creador. Pero a través de Jesús, todo cambió. Hemos sido transformados de muerte a vida, de perdidos a hallados. Esto no es solo un lenguaje poético, es nuestra realidad espiritual.
Co-sentados con Cristo
El cristianismo no se trata principalmente de ir al cielo algún día, sino de traer el cielo a la tierra ahora. Ya estás posicionado en los lugares celestiales, co-sentado con Cristo.
" y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, " - Efesios 2:6
Esta posición celestial no es algo hacia lo que estamos trabajando; es nuestra realidad actual. Operamos desde un lugar de victoria, no hacia ella. Nos movemos de victoria en victoria, de fortaleza en fortaleza y de gracia en gracia.
Unidos en el poder de la resurrección
Cuando fuimos bautizados en Cristo, fuimos sumergidos en unión tanto con Su muerte como con Su resurrección.
"¿Acaso han olvidado que todos los que fuimos sumergidos en unión con Jesús el Ungido fuimos sumergidos en unión con su muerte? Compartir en su muerte por nuestro bautismo significa que fuimos co-sepultados con él, para que cuando la gloria del Padre resucitó a Cristo de entre los muertos, también nosotros fuimos resucitados con él." - Romanos 6:3-4 (Traducción Pasión Libre)
Como leche vertida de dos tazas separadas en un solo tazón que nunca puede separarse de nuevo, estamos permanentemente unidos al poder de la resurrección de Cristo. Esta unión no es temporal ni condicional, es completa e irreversible.
Libertad de la vieja naturaleza
Nuestro viejo yo, con su naturaleza pecaminosa, fue crucificado con Cristo. Esto no es algo hacia lo que estamos trabajando; ya está cumplido.
" sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado." - Romanos 6:6
Así como una persona muerta no puede pecar, nuestra vieja naturaleza ha sido dejada sin poder. Puede que aún sigamos viejos patrones por costumbre, como conducir un auto inconscientemente por una ruta familiar, pero podemos reprogramar nuestra mente para alinearla con nuestra nueva naturaleza en Cristo.
Ver como el Padre ve
Para vivir plenamente en nuestro poder de resurrección, debemos enfocarnos en dos verdades esenciales:
Primero, debemos conocer al Padre como Jesús lo conocía. Jesús dijo,
" Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar." (Mateo 11:27)
A través de Cristo, ahora tenemos acceso íntimo para conocer el corazón del Padre.
Segundo, debemos vernos a nosotros mismos como el Padre nos ve. Él no nos mira a través del lente de nuestros fracasos o debilidades. Nos ve revestidos de la justicia de Cristo, llenos de potencial y empoderados por Su Espíritu.
Conclusión
Hoy, abraza tu verdadera identidad como alguien que está vivo en Cristo, sentado en los lugares celestiales y unido a Su poder de resurrección. No eres definido por tu pasado, tus luchas ni las opiniones de otros. Eres definido por tu posición en Cristo.
A medida que renuevas tu mente con estas verdades, comenzarás a experimentar el desbordamiento del poder de la resurrección en cada área de tu vida. Irás más allá de la ansiedad, el miedo y la limitación hacia la vida abundante que Jesús prometió. Recuerda: no trabajas para alcanzar la victoria, trabajas desde la victoria.
Reflexiona sobre esto
¿En qué áreas de tu vida necesitas pasar de esforzarte por la victoria a operar desde un lugar de victoria?
¿Cómo cambiarían tus oraciones y tu vida diaria si realmente te vieras como el Padre te ve?
Oración
Padre, te doy gracias porque estoy sentado con Cristo en los lugares celestiales. Estoy vivo con el poder de la resurrección fluyendo en mí. Declaro que me veo como Tú me ves: justo, empoderado y lleno de potencial. Te conozco como Jesús te conoció: amoroso, compasivo y fiel. Hoy camino en la autoridad y victoria que ya son mías en Cristo. La vieja programación cae mientras abrazo mi nueva naturaleza. Tu poder de resurrección fluye a través de mí, rompiendo toda limitación y trayendo Tu reino a la tierra. En el nombre de Jesús, declaro estas verdades como mi realidad.
Puntos clave
La vida cristiana comienza con la victoria, no con el esfuerzo por alcanzarla; nos movemos de victoria en victoria.
Estamos permanentemente unidos al poder de la resurrección de Cristo a través de nuestro bautismo espiritual.
Nuestra vieja naturaleza pecaminosa está muerta; podemos reprogramar nuestra mente para alinearla con nuestra nueva naturaleza en Cristo.
Conocer al Padre como Jesús lo conoció y vernos como el Padre nos ve desbloquea nuestro potencial espiritual.
No solo vamos al cielo algún día, estamos trayendo el cielo a la tierra ahora a través de nuestra posición celestial.
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