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Sentado en el gozo

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Oct 26
  • 3 min read

Octubre 26, 2025

A child looking towards Jesus
Tu enfoque determina tu experiencia; aparta la mirada de los problemas y dirígela a Jesús. 

Hoy, exploraremos una verdad profunda que puede transformar cómo enfrentamos los desafíos de la vida. Cuando entendemos nuestra verdadera posición en Cristo y de dónde proviene nuestra fuerza, todo cambia. 

 

Mirando más allá de lo natural 

Nuestro viaje comienza con la extraordinaria experiencia de Pedro al caminar sobre el agua, lo cual nos enseña una lección vital sobre la fe: 

“Ven”, dijo Jesús. Entonces Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús. Pero al sentir el viento fuerte y ver las olas, tuvo miedo y comenzó a hundirse. “¡Señor, sálvame!”, gritó. - Mateo 14:29-30 

¿Qué le pasó a Pedro? Cuando su enfoque se desplazó de Jesús a la tormenta, comenzó a hundirse. Esto ilustra un principio que se encuentra en Hebreos: 

“Fijemos la mirada en Jesús, quien inició y perfecciona nuestra fe, renunciando a todo lo que distrae del reino natural y poniendo nuestra atención y expectativa en Él.” - Hebreos 12:2 

El mismo Jesús demostró este principio. Al enfrentar la cruz, su corazón permaneció enfocado en el gozo de saber que seríamos suyos. Esta perspectiva le permitió soportar un sufrimiento tremendo. De manera similar, cuando enfrentamos dificultades, nuestro enfoque no debe estar en nuestros problemas sino en nuestra conexión con Dios. 


Sentados con Cristo 

Una de las revelaciones más poderosas de la Escritura concierne a nuestra posición espiritual: 

“Pues nos resucitó junto con Cristo y nos sentó con Él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.” - Efesios 2:6 

Esto no es simplemente un lenguaje simbólico, sino tu realidad espiritual. No estás sentado con tus problemas, tu dolor o tus desilusiones. ¡Estás co-sentado con Cristo a la diestra del trono de Dios! Esta posición de autoridad e intimidad es desde donde operas, sin importar lo que esté sucediendo en tus circunstancias naturales. 

Cuando realmente comprendes esta verdad, cambia cómo oras. Muchos creyentes pasan tiempo rogándole a Dios que “descienda” porque no entienden que ya están unidos a Él. La Biblia declara claramente que estás co-sentado con Jesús. Este conocimiento te libera y te capacita para elevarte por encima de circunstancias que, de otro modo, te abrumarían. 

 

El gozo del Señor 

Al seguir explorando esta verdad, descubrimos un principio importante sobre la fortaleza en Nehemías: 

“Luego Nehemías añadió: ‘Vayan y celebren con un banquete de manjares y bebidas dulces, y compartan con quienes no tienen nada preparado. Este día es sagrado para nuestro Señor. No estén tristes ni se lamenten, porque el gozo del Señor es su fuerza.’” - Nehemías 8:10 

El contexto revela algo sorprendente. El pueblo lloraba mientras escuchaba la Palabra de Dios, pero Nehemías les instruyó que no se lamentaran ni lloraran porque el día era santo para el Señor. Esto desafía el pensamiento religioso que equipara la tristeza con la santidad. 

La Escritura continúa: 

“Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que explicaban al pueblo, les dijeron: ‘No se lamenten ni lloren en un día como este, porque hoy es un día sagrado delante del Señor su Dios.’ Pues todo el pueblo había estado llorando mientras escuchaba las palabras de la Ley.” - Nehemías 8:9 

¡El gozo no es opcional para los creyentes; es la fuente misma de nuestra fuerza! No se trata de una felicidad forzada, sino de saber quién eres en Cristo, dónde estás sentado y qué significa eso para tu vida diaria. 

 

Comprometiendo tu posición 

Cuando comienzas a ceder y a aceptar tus sentimientos por encima de la verdad de Dios, empiezas a pensar que estás solo. Te enfocas en quién no te ayudó en lugar de en lo que Dios dice que eres. La Biblia nos recuerda: 

“Alégrense siempre en el Señor. ¡Insisto! ¡Alégrense!” - Filipenses 4:4 

Tu fortaleza radica en el gozo de saber lo que Jesús ha hecho por ti y quién eres en Cristo. Este gozo proviene de Jesús. No se trata solo de reír hacia afuera, sino de estar gozoso por dentro porque entiendes tu identidad espiritual. 

 

Relación sobre religión 

El pensamiento religioso dice que debes “limpiarte” antes de acercarte a Dios. ¡Pero eso es imposible! Si pudieras limpiarte por ti mismo, ¿por qué Jesús tendría que morir en la cruz? Es como decirle a alguien que se ponga limpio sin tomar una ducha. 

No puedes limpiarte antes de entrar en la presencia de Dios. En cambio, vienes a Él tal como eres, y Él te limpia. La religión se enfoca en tu desempeño; la relación se enfoca en Su presencia. 

Aun cuando cometas errores, entra en la presencia de Dios. No huyas. Tu Padre te ama profundamente. El gozo del Señor es tu fortaleza, no tus propios esfuerzos ni desempeños religiosos. 

 

Conclusión 

Tu fortaleza no proviene de tus circunstancias ni de tus habilidades, sino del gozo de saber quién eres en Cristo y dónde estás sentado con Él. Cuando te enfocas en esta realidad espiritual en lugar de en los problemas naturales, te encontrarás caminando por encima de las mismas olas que antes amenazaban con ahogarte. 

Hoy, elige apartar la mirada del ámbito natural y fija tu mirada en Jesús. Recuerda que estás co-sentado con Cristo en lugares celestiales, muy por encima de toda tormenta y lucha. Deja que el gozo de esta verdad sea tu fuerza. 

 

Reflexiona sobre esto 

  1. ¿Cómo podría cambiar tu experiencia frente a los desafíos si realmente creyeras que estás sentado con Cristo por encima de cada problema que enfrentas? 

  2. ¿De qué maneras te has estado acercando a Dios desde una perspectiva religiosa en lugar de una perspectiva de relación? 

 

Oración 

Padre, declaro que estoy sentado con Cristo en los lugares celestiales, muy por encima de todo problema y desafío que enfrento. Elijo no enfocarme en mis circunstancias, sino en mi posición en Ti. Tu gozo es mi fortaleza, y lo recibo plenamente hoy. No estoy definido por mis luchas, sino por mi relación Contigo. Gracias porque no necesito limpiarme para venir a Ti. Me recibes tal como soy y me transformas con Tu presencia. Camino en la autoridad que me has dado, negándome a ser abrumado por lo que veo en el ámbito natural. En el nombre de Jesús, soy fuerte, estoy posicionado en victoria y estoy lleno de Tu gozo. En el nombre de Jesús, Amén. 

 

Puntos Clave 

  • El enfoque determina la experiencia: aparta la mirada de los problemas y dirígela a Jesús. 

  • Estás co-sentado con Cristo en los lugares celestiales, lo que te da autoridad espiritual sobre los desafíos terrenales. 

  • El gozo del Señor es tu fortaleza: no es una emoción, sino una posición de confianza en quién es Dios y quién eres tú en Él. 

  • La religión exige desempeño; la relación ofrece presencia. Ven a Dios tal como eres. 

  • Tu posición espiritual es más real que tus circunstancias naturales. Vive desde esta verdad. 

 

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