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Recuerda el poder de Dios para crear y restaurar

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Sep 1
  • 2 min read

14 de febrero de 2025 

Brown ceramic vase with gold crack patterns, set against a beige background. The image conveys elegance and artistry.
Encuentra fortaleza en el Señor, sabiendo que nada está roto ni perdido más allá de Su reparación. 

Esta meditación profundiza en la experiencia de David en 1 Samuel 30, revelando cómo encontró fortaleza en Dios al enfrentar desafíos que parecían insuperables. La historia de David nos brinda un ejemplo poderoso de cómo podemos acudir a Dios en tiempos de dificultad y encontrar la fuerza para vencer. Exploraremos aplicaciones prácticas para nuestra vida, aprendiendo a confiar en el poder de Dios para restaurar y redimir. 


Recordando los atributos de Dios: Dador de vida y Creador 

Cuando todo parece perdido, cuando nos sentimos despojados y vacíos, es crucial recordar la naturaleza misma de Dios. Él es el dador de vida, el que sopla vida en situaciones muertas. Él es el creador, el que llama a la existencia cosas que no eran. 

Romanos 4:17 declara poderosamente: 

" (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. " 

Este versículo resume dos verdades fundamentales sobre Dios: Él resucita lo que está muerto, trayendo vida de la muerte, y crea ex nihilo, trayendo algo de la nada. Este es el Dios al que servimos, el Dios que no está limitado por nuestras circunstancias ni restringido por nuestras limitaciones. Aférrate a esta verdad cuando enfrentes tus propios momentos de "Siclag", esos tiempos en los que parece que todo ha sido arrebatado. Recuerda que Dios no está atado a lo que vemos; Él puede hacer mucho más de lo que pedimos o imaginamos. 


El ejemplo de David: Consultar al Señor 

David, sintiendo el peso de la pérdida y la herida del rechazo, no se apoyó en su propio entendimiento. Acudió a Dios en oración, buscando Su guía y dirección. Consultó al Señor: "¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los alcanzaré?" Este simple acto de buscar la voluntad de Dios demuestra la humildad de David y su dependencia del Señor. Reconoció que la verdadera fortaleza no proviene de uno mismo, sino de alinearnos con los propósitos de Dios. 

La respuesta de Dios a la consulta de David fue una afirmación rotunda: "¡Sí! Persíguelos. Sin duda recuperarás todo lo que te han quitado." Esta seguridad divina empoderó a David para actuar, para perseguir lo que le pertenecía. La actitud constante de David de recuperar lo perdido es evidente a lo largo de su vida. Como joven pastor, protegía valientemente su rebaño de los depredadores, como se relata en 1 Samuel 17:34-35: 

"David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, 35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba." - David 

Este espíritu valiente, esta negativa a dejar que el enemigo prevalezca, es un ejemplo poderoso para nosotros. Las victorias pasadas de David le dieron la confianza de que, con la ayuda de Dios, podía superar cualquier obstáculo. Esta misma valentía debe caracterizar nuestro enfoque para reclamar lo que el enemigo ha robado. Así como David persiguió al león y al oso, debemos perseguir nuestras bendiciones robadas con fe inquebrantable, sabiendo que Dios pelea por nosotros. 


Conclusión: Nada está roto, nada está perdido 

A través del ejemplo de David, aprendemos que cuando encontramos fortaleza en el Señor, nuestra perspectiva cambia. Pasamos de la ansiedad al gozo, de la derrota a la victoria. Reconocemos que nuestras circunstancias no nos definen; las promesas de Dios sí. Recuerda, nada está roto más allá de la reparación de Dios, y nada está perdido que Él no pueda restaurar. Consulta al Señor, busca Su voluntad, persigue tus bendiciones robadas y sonríe al futuro, sabiendo que Dios está contigo en cada paso. Él es nuestra fortaleza, nuestro escudo y nuestro auxilio siempre presente en tiempos de dificultad. 


Reflexiona sobre esto: 

  • ¿Cómo puedes elegir activamente el gozo sobre la ansiedad en tu vida diaria? 

  • ¿Qué "bendiciones robadas" estás listo para perseguir con la ayuda de Dios? 


Oración: 

Padre Dios, te doy gracias por tu presencia inquebrantable en mi vida. Declaro que estoy vestido de fortaleza y dignidad, sonriendo al futuro sin temor. Confío en tu poder para restaurar todo lo que el enemigo ha robado. Elijo el gozo sobre la ansiedad, sabiendo que eres mi dador de vida y creador. Empodérame para perseguir mis bendiciones robadas con valentía y confianza, sabiendo que tú peleas por mí. En el nombre de Jesús, Amén. 


Puntos clave: 

  • Elige el gozo sobre la ansiedad, confiando en la presencia de Dios. 

  • Recuerda el poder de Dios para crear y restaurar. 

  • Consulta al Señor para recibir guía y dirección. 

  • Persigue tus bendiciones robadas con fe inquebrantable. 

  • Encuentra fortaleza en el Señor, sabiendo que nada está roto ni perdido más allá de Su reparación. 


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