Promesas Radicales
- Henley Samuel

- Jun 9
- 2 min read
09 de junio de 2025

Bienvenido a la meditación de hoy. Al disponernos para este momento de reflexión, abramos nuestro corazón a una verdad poderosa: Dios se especializa en lo imposible. Cuando la vida presenta situaciones que parecen estar más allá de toda esperanza, es precisamente ahí donde a Dios le encanta demostrar Su poder extraordinario. Exploremos cómo las promesas de Dios a menudo desafían la lógica humana, pero nunca dejan de manifestarse en nuestras vidas.
Más allá del razonamiento humano
¿Alguna vez te has enfrentado a una situación que parecía totalmente imposible? Tal vez has mirado tus circunstancias—tu edad, tus calificaciones, tus recursos o tu salud—y has concluido que ciertos sueños simplemente están fuera de tu alcance. Exactamente ahí se encontraban Abraham y Sara.
Abraham y Sara eran ya muy ancianos, y Sara había dejado de tener la costumbre de las mujeres. — Génesis 18:11
Sus cuerpos estaban, como describe la Escritura, “como muertos” en cuanto a la posibilidad de tener hijos. Todo se había detenido, física, mental y emocionalmente. Desde una perspectiva humana, tener un hijo era imposible. Sin embargo, fue en ese preciso momento cuando Dios decidió reafirmar Su promesa.
“De cierto volveré a ti en el tiempo señalado, y he aquí, Sara tu mujer tendrá un hijo.” — Génesis 18:10
¿La respuesta de Sara? Risa. No una risa de alegría, sino de incredulidad, como diciendo: “Esto es absurdo.” Miró su cuerpo desgastado y a su anciano esposo y pensó: “¿Cómo podría esto suceder?”
El enfoque radical de Dios
Lo que hace tan extraordinarios los caminos de Dios es cómo contradicen completamente las expectativas humanas. A lo largo de la Escritura, vemos este patrón:
Cuando el pueblo estaba esclavizado, Dios no solo prometió mejores condiciones de trabajo, sino una tierra nueva que fluye leche y miel.
Cuando una joven huérfana necesitaba provisión, Dios no solo le aseguró un empleo modesto, sino que la elevó a reina.
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? — Génesis 18:14
Esta pregunta atraviesa toda imposibilidad que enfrentamos. Cuando suben las tasas de interés, cuando los informes médicos son preocupantes, cuando las calificaciones parecen insuficientes—esta pregunta sigue siendo nuestra respuesta poderosa.
La provisión sigue a la promesa
Aquí tienes una verdad para anclar tu fe: Si Dios te da un deseo, Él proveerá todo lo necesario para su cumplimiento.
Si Dios te da el hijo, te dará la fuerza para llevarlo. Si Dios te da los deseos, te dará la provisión para que se cumplan.
Dios no deja caer bendiciones del cielo sin preparación. Él obra a través de medios naturales, pero de maneras sobrenaturales. No imprimirá dinero, pero te dará deseos que atraen provisión. No te transportará mágicamente a nuevos lugares, pero te dará favor y conexiones para llegar.
Declarando Su Palabra
Cuando las circunstancias se burlan de tu fe, cuando nada parece cambiar, es precisamente cuando debes mantenerte firme en las promesas de Dios. Es el momento de comandar la Palabra de Dios y usar tu poder creativo para proclamar y declarar lo que Él ha prometido.
Cuando Satanás traiga la pregunta, debes responder con otra: ¿Hay algo demasiado difícil para el Señor?
Tu respuesta ante la imposibilidad determina tu experiencia de la posibilidad de Dios. En vez de enfocarte en lo que te falta, declara lo que Dios ha prometido. En vez de estar de acuerdo con las limitaciones, alinea tus palabras con Su poder ilimitado.
Conclusión
Los planes de Dios para ti son radicales, mucho más allá de lo que puedas pedir o imaginar. Donde la razón humana ve callejones sin salida, Dios ve oportunidades para mostrar Su gloria. Donde la lógica dice “imposible”, la fe dice “mira lo que Dios hará”.
Hoy, sea cual sea la imposibilidad que enfrentes, recuerda que nada es demasiado difícil para el Señor. Sus promesas radicales siguen vigentes, Su provisión sigue siendo segura y Su poder sigue siendo ilimitado.
Reflexiona sobre esto
¿Qué situación en tu vida parece imposible en este momento, y cómo podría Dios estar preparándose para obrar de una manera radical, más allá de tus expectativas?
¿Cómo puedes responder con fe en vez de con incredulidad cuando las promesas de Dios parecen demasiado buenas para ser verdad?
Oración
Padre, declaro que nada es demasiado difícil para Ti. Donde mi mente ve imposibilidad, Tú ves oportunidad. Recibo Tus promesas radicales para mi vida. Rechazo toda limitación, todo “demasiado viejo”, “demasiado joven”, “demasiado tarde” o “demasiado difícil”. Tu provisión sigue a Tus promesas, y Tu fuerza fortalece mi debilidad. Me mantengo en fe, declarando que lo que has prometido, lo cumplirás. En el nombre de Jesús, Amén.
Puntos clave
Los planes de Dios a menudo contradicen la lógica humana, pero siempre demuestran Su poder sobrenatural.
Si Dios te da una promesa, Él proveerá todo lo necesario para su cumplimiento.
Cuando las circunstancias se burlen de tu fe, responde: “¿Hay algo demasiado difícil para el Señor?”
Las bendiciones radicales de Dios van mucho más allá de mejorar situaciones difíciles; las transforman completamente.
Tu declaración de la Palabra de Dios activa Su poder creativo en tus situaciones imposibles.
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