Nuestro Buen Pastor
- Henley Samuel

- Jun 23
- 3 min read
Junio 23, 2025

Hoy, abracemos una poderosa verdad que puede transformar nuestra perspectiva sobre el viaje de la vida. Cuando reconocemos a Dios como nuestro Pastor, descubrimos que nada está sucediendo en contra nuestra, todo está obrando para nuestro bien. Esta revelación puede liberarnos de preocupaciones y ansiedades innecesarias, reemplazando el miedo con confianza en Su fiel guía.
La Revelación Que Cambia Todo
La historia de Jacob nos enseña una profunda lección sobre la perspectiva. Durante años, vivió en ansiedad y depresión, creyendo que su amado hijo José estaba muerto. Pensaba que todo estaba sucediendo en su contra. Pero en un precioso momento de revelación registrado en Génesis, Jacob finalmente entendió la verdad:
" Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia. " - Génesis 48:11
¡Qué momento tan poderoso! Jacob no solo descubrió que José estaba vivo, sino que también se dio cuenta de que Dios había estado obrando detrás de escena todo el tiempo. Esta revelación transformó su comprensión de todo su viaje de vida.
Al igual que Jacob, muchos de nosotros luchamos porque carecemos del conocimiento de quién es Dios verdaderamente en nuestras vidas. Enfrentamos desafíos, experimentamos decepciones y, a veces, nos sentimos abandonados. Pero, ¿y si pudiéramos ver nuestras circunstancias a través de los ojos de Dios?
El Pastor de Nuestro Pasado, Presente y Futuro
En su vejez, Jacob hizo una profunda declaración que revela su nueva comprensión:
"El Dios que ha sido mi pastor toda mi vida hasta este día." - Génesis 48:15
Esta declaración es revolucionaria. Jacob reconoció que Dios no se había convertido en su pastor recientemente, Dios lo había estado guiando desde el principio, incluso cuando Jacob no podía verlo. Esta no era una nueva relación, sino una nueva revelación de una verdad eterna.
¡Imagina cuán diferente podría haber sido la vida de Jacob si hubiera abrazado esta verdad antes! La ansiedad, la intriga, la huida, todo innecesario porque Dios lo estaba pastoreando todo el tiempo.
Lo mismo es cierto para nosotros. Dios ha sido nuestro Pastor desde el primer día y continuará siendo nuestro Pastor cada día en adelante. Esta verdad no cambia con nuestras circunstancias o sentimientos. Permanece constante, ayer, hoy y para siempre.
Viviendo Sin Carencia
Cuando realmente entendemos que el Señor es nuestro Pastor, podemos declarar con confianza:
"El Señor es mi pastor; nada me falta." - Salmo 23:1
Esto no es solo lenguaje poético, es una declaración de suficiencia. Debido a que el Señor es nuestro Pastor, tenemos todo lo que necesitamos. Él nos alimenta, nos guía y nos protege del daño. Todo don bueno y perfecto viene de arriba.
Incluso cuando las cosas parecen ir mal, nuestro Buen Pastor está trabajando para transformar cada situación para nuestro bien. Nada está roto, nada falta y nada escasea en Su cuidado.
Caminando Por Valles Sin Temor
Aunque caminemos por el valle más oscuro con el Señor como nuestro Pastor, podemos caminar sin temor:
" Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. " - Salmo 23:4
Cuando el enemigo trae mentiras, dudas o temores, no necesitamos sentirnos abrumados. Podemos declarar audazmente: "¡El Señor es mi Pastor!" Esta simple verdad desarma los ataques del enemigo y nos recuerda la constante presencia y protección de Dios.
Bendiciones Desbordantes
Nuestro Buen Pastor no solo provee lo mínimo, Él da abundantemente:
" Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. " - Salmo 23:5
¡Tu copa rebosa! ¡Tus bendiciones rebosan! ¡Tu sanidad rebosa! ¡Tu prosperidad rebosa! Todo rebosa en tu vida porque el Señor es tu Pastor. Él no solo satisface tus necesidades; Él las excede.
Bondad y Misericordia Todos Tus Días
Con el Señor como nuestro Pastor, podemos vivir con absoluta confianza en Su bondad:
" Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días." - Salmo 23:6
Solo la bondad y la misericordia te seguirán, no los problemas, no la enfermedad, no la pobreza, no el pecado. Cuando entendemos que Dios es nuestro Pastor, podemos proclamar con certeza que Su bondad y misericordia nos perseguirán todos los días de nuestras vidas.
Conclusión
No seas como Jacob, obteniendo esta revelación en el último minuto y perdiendo el tiempo en preocupación y ansiedad. Abraza esta verdad hoy: Dios es tu Pastor, pasado, presente y futuro. Nada está sucediendo en tu contra. Todo está obrando para tu bien.
Cuando surjan problemas, declara: "El Señor es mi Pastor". Cuando vengan dudas, proclama: "El Señor es mi Pastor". Cuando camines por valles, recuerda: "El Señor es mi Pastor".
Esta simple verdad tiene el poder de transformar tu perspectiva y llenar tu vida de paz, confianza y alegría.
Reflexiona Sobre Esto
¿Cómo podría cambiar tu perspectiva sobre los desafíos actuales si realmente creyeras que Dios ha sido tu Pastor todo el tiempo?
¿Qué áreas de tu vida necesitas entregar a la guía del Buen Pastor hoy?
Oración
Declaro que el Señor es mi Pastor y nada me falta. Me guías a verdes pastos y me conduces junto a aguas tranquilas. Refrescas mi alma y me guías por sendas de justicia. Aunque camine por el valle más oscuro, no temo mal alguno porque Tú estás conmigo. Mi copa rebosa con Tus bendiciones, y Tu bondad y misericordia me siguen todos los días de mi vida. Nunca estoy solo, nunca abandonado y nunca sin Tu perfecto cuidado. Gracias por ser mi Pastor desde el primer día hasta la eternidad. En el nombre de Jesús, Amén.
Puntos Clave
Dios ha sido tu Pastor desde el primer día, pasado, presente y futuro.
Cuando entiendes a Dios como tu Pastor, te das cuenta de que nada está sucediendo en tu contra.
El pastoreo del Señor significa que nada te falta, tu copa rebosa con Su provisión.
Incluso en los valles más oscuros de la vida, puedes caminar sin temor porque tu Pastor está contigo.
Solo la bondad y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida.
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