top of page

Mira Hacia Arriba

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Oct 22
  • 3 min read

Octubre 22, 2025

Boy on top of mind looking in specific direction
Donde miras determina lo que ves, mira a Dios, no a tus problemas.

Hoy, exploremos una verdad poderosa de la Escritura que puede transformar la manera en que enfrentamos cada desafío en la vida. Nuestro enfoque determina nuestra realidad, y donde colocamos nuestra atención da forma a nuestra experiencia. 

 

De pie sobre las promesas de Dios 

En 2 Crónicas 20, encontramos un recordatorio poderoso de cómo las generaciones anteriores transmitieron sabiduría sobre enfrentar dificultades: 

"Tu pueblo se estableció aquí y construyó este Templo para honrar tu nombre. Dijeron: 'Siempre que nos enfrentemos a cualquier calamidad como la guerra, la peste o el hambre, podemos venir a estar en tu presencia delante de este Templo donde tu nombre es honrado. Podemos clamar a ti para que nos salves, y tú nos oirás y nos rescatarás.'" - 2 Crónicas 20:8-9 

Esta herencia de fe nos enseña que cuando vengan desastres, hambrunas, problemas o desafíos, no debemos huir. En cambio, debemos presentarnos ante Dios, alabarle, y clamar a Él. Él nos oirá y nos salvará. 

Al enfrentar oposición, podemos recordarle a Dios Sus promesas para nosotros: 

"Mira cómo nos recompensan, pues han venido a arrojarnos de tu tierra, que nos diste por herencia." - 2 Crónicas 20:11 

Así como el pueblo reclamó su herencia física, nosotros podemos reclamar nuestra herencia espiritual. Cuando la enfermedad, dolencia o pobreza se levanten contra ti, puedes declarar: "Señor, tú has dicho que por tus llagas soy sanado. Esta enfermedad no puede venir contra mí porque la sanidad es mi herencia." 

Cuando algo amenace tu paz, recuerda que Dios ha prometido: 

"Todos mis hijos serán enseñados por el Señor, y grande será la paz de tus hijos." - Isaías 5:13 

Los frutos del Espíritu en Gálatas son tu herencia, y nada puede levantarse contra eso. 

"el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad" - Gálatas 5:22 

Los ojos en Dios, no en los problemas 

En tiempos de incertidumbre, podemos seguir el ejemplo de Josafat: 

"Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no hay en nosotros fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, pero a ti volvemos nuestros ojos." - 2 Crónicas 20:12 

Hacia dónde miras importa. Cuando miras tu problema, magnificas el problema. Pero cuando miras a Dios, magnificas a Dios. La mayoría de las veces, nuestros ojos se enfocan en nuestros problemas o en las personas a nuestro alrededor que podrían ayudar. Pero, como Josafat, necesitamos fijar nuestros ojos en Dios. 

 

Ver por la fe, no por el miedo 

En Mateo 14, encontramos una ilustración poderosa de cómo el miedo distorsiona nuestra percepción: 

"Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, se aterraron y, llenos de miedo, gritaron: '¡Es un fantasma!'" - Mateo 14:26 

Aunque Jesús caminaba hacia ellos, su miedo les hizo ver un fantasma. La manera en que vemos importa. Cuando miramos por el lente del miedo, incluso Jesús puede parecer aterrador. Pero cuando miramos por la fe, podemos vernos como más que vencedores aún en medio de los desafíos. 

Jesús respondió con tres declaraciones poderosas: 

"Pero Jesús les habló al instante: 'No tengan miedo', les dijo. 'Cobren ánimo. Yo estoy aquí'." - Mateo 14:27 

Estas tres declaraciones forman el fundamento de una vida victoriosa: 

  1. No tengas miedo 

  2. Cobra ánimo 

  3. Yo estoy aquí 

Cada día, cuando enfrentamos desafíos, necesitamos verlos a través de estas tres verdades: no tengas miedo, cobra ánimo, Dios está con nosotros. 

 

El mandato del valor 

Este mensaje se refuerza en Josué 1:9: 

"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas." - Josué 1:9 

Observa que no es una sugerencia, sino un mandamiento, una orden de Dios. Se nos manda a esforzarnos y ser valientes, a no tener miedo ni desanimarnos, porque Dios está con nosotros dondequiera que vayamos. 

José entendió esta verdad. Cuando fue arrojado a una cisterna, vendido como esclavo o encarcelado, sabía que no necesitaba desanimarse ni temer, porque Dios estaba con él. En Génesis leemos que "el Señor estaba con José y él era un hombre prosperado". La verdadera definición de éxito no se trata de dinero o finanzas, sino de saber que Dios está contigo. 

Dios promete: 

"Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé." - Josué 1:5 

Ninguna persona, enfermedad o problema podrá mantenerse delante de ti. Los problemas pueden venir, las estaciones pueden cambiar, todo puede parecer estar en tu contra, pero nada podrá resistir contra ti, tu familia o tus hijos en el nombre de Jesús. 

Dios continúa: 

"Esfuérzate y sé valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que juré a sus padres que les daría." - Josué 1:6 
"Solamente esfuérzate y sé muy valiente. Cuida de obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todo lo que emprendas." - Josué 1:7-8 

Reclamando tu herencia 

Piénsalo así: Si tu padre ha redactado un testamento dándote una gran porción de tierra, y descubres que alguien ha construido una casita en esa tierra sin permiso, ¿qué harías? Tomarías tus documentos y declararías con valentía tu propiedad, diciendo: "Esto me pertenece. Si no te vas, tendrás problemas. Te llevaré a la corte porque esta tierra me la dio mi padre." 

Hoy, tienes documentación divina. Jesús lo ha hecho todo en la cruz, y tienes Su testamento en tu mano. Si Satanás intenta establecer un punto de apoyo en tu cuerpo mediante enfermedad o cansancio, puedes declarar: "Este cuerpo es templo del Dios viviente. ¡Satanás, no tienes autoridad aquí!" 

Si el enemigo intenta plantar emociones negativas en tu corazón, puedes proclamar: "¡Fuera de mis emociones! Están llenas de gozo y de la bondad de Dios porque tengo la documentación escrita con la sangre de Jesús." 

 

Conclusión 

Recuerda estas tres cosas a diario: No tengas miedo. Cobra ánimo. Dios está contigo. Estas verdades sencillas te ayudarán a heredar todas las promesas que Dios te ha dado. Ya están a tu nombre; solo necesitas reclamarlas. 

Hacia dónde miras importa. Mira hacia Dios en lugar de mirar alrededor a tus problemas. Mira con ojos de fe, no de temor. Mantente firme en tu herencia y reclama lo que es legítimamente tuyo en Cristo. 

 

Reflexiona sobre esto 

  1. ¿Qué problemas estás enfocando hoy que necesitan ser reemplazados por un enfoque en Dios? 

  2. ¿Cómo puedes aplicar de manera práctica la fórmula de tres partes (No tengas miedo, Cobra ánimo, Dios está contigo) a tus desafíos actuales? 

 

Oración 

Padre, te doy gracias porque no necesito tener miedo. Tomo ánimo en ti, sabiendo que nunca me dejas ni me abandonas. Tu presencia, poder, unción, sanidad, favor y misericordia están conmigo. Declaro que este día es un día de éxito, sanidad, paz y bondad. Me mantengo firme en tus promesas como mi herencia, sellada con la sangre de Jesús. Cuando el enemigo venga contra mí, levanto mi documentación divina y reclamo lo que ya me has dado. En el nombre de Jesús, amén. 

 

Puntos clave 

  • Hacia dónde miras determina lo que ves; mira a Dios, no a tus problemas. 

  • Las promesas de Dios son tu herencia; reclámalas con valentía cuando vengan los desafíos. 

  • Mira por la fe, no por el miedo; incluso Jesús puede parecer aterrador a través del lente del temor. 

  • Dios nos manda a ser fuertes y valientes porque Él está con nosotros dondequiera que vayamos. 

  • Recuerda a diario: No tengas miedo, cobra ánimo, Dios está contigo. 

 

Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas sobre el uso de cualquier material, por favor contáctenos en contact@henleysamuel.org. 

 



Comments


© 2025 by Henley Samuel Ministries. All Rights Reserved.

bottom of page