Habla Vida Ahora
- Henley Samuel

- Oct 1
- 2 min read
Octubre 01, 2025

Hoy exploramos una verdad profunda que puede transformar cada área de tu vida. Cuando Jesús habló a una situación muerta, cambió instantáneamente. Ese mismo poder para hablar vida a circunstancias aparentemente sin esperanza está disponible para ti ahora mismo. Descubramos cómo activar esta autoridad divina en tu caminar diario.
El Poder de una Palabra
En el evangelio de Marcos, encontramos una escena poderosa donde Jesús se acerca a una situación que otros habían considerado perdida. Una niña de 12 años había muerto y ya estaban presentes los que lloraban. Mientras otros se burlaban de la confianza de Jesús, Él simplemente tomó la mano de la niña y dijo:
"Talitha koum," que significa: "Niña, a ti te digo, levántate." — Marcos 5:41
Lo que sucedió a continuación demuestra la autoridad detrás de Sus palabras:
Inmediatamente la niña se levantó y comenzó a andar. Tenía doce años. Y todos quedaron completamente asombrados. — Marcos 5:42
La palabra clave aquí es "inmediatamente." La transformación no fue gradual, fue instantánea. Cuando la autoridad divina habla, las circunstancias deben cambiar. Esto no fue solo una demostración del poder de Jesús, sino una revelación de lo que es posible cuando hablamos con la autoridad que Él nos ha dado.
Tu Autoridad Heredada
Muchos leen estos relatos bíblicos pensando: "Bueno, eso era Jesús, por supuesto que Él podía hacerlo." Pero esta perspectiva pasa por alto una verdad crucial: Jesús transfirió explícitamente esta misma autoridad a Sus seguidores.
Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus impuros y sanar toda enfermedad y dolencia. — Mateo 10:1
Esto no fue una asignación temporal. Jesús dejó en claro que los creyentes continuarían en esta autoridad:
"Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratuitamente." — Mateo 10:8
Nota que Él no dice: "Oren para que Yo los sane si es Mi voluntad." Nos manda directamente: "Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos." Esto es una transferencia de autoridad de Él a nosotros.
Hablando a Tus Montañas
¿Qué situaciones muertas enfrentas hoy? ¿Tus finanzas? ¿Tu salud? ¿Una relación? ¿Un sueño que parece haber muerto? Cualquiera que sea, se te ha dado autoridad para hablar vida sobre ella.
Habla a tu situación como si pudiera escucharte, porque en el reino espiritual, puede.
Así como Jesús le dijo a la niña que se levantara, tú puedes hablar a tus circunstancias con la misma autoridad. Tu cuenta bancaria, tu cuerpo, tu mente deben responder a la autoridad que te ha sido dada en Cristo.
Caminando en Identidad Divina
La base de ejercer esta autoridad es entender quién eres en Cristo. No eres meramente un seguidor de Jesús; eres el templo del Dios viviente. Su Espíritu habita en ti.
Tal como Él es, así somos nosotros en este mundo. — 1 Juan 4:17
Esto significa que cuando la gente te encuentra, se encuentran con la presencia de Dios. Cuando tocas a alguien enfermo, la sanidad debe fluir. Cuando hablas a una situación muerta, debe cobrar vida. Esto no es arrogancia, es caminar en la identidad y autoridad que Jesús murió para darte.
Conclusión
El juego no termina hasta que ganes. Lo que ahora parece muerto, roto o imposible en tu vida está sujeto a cambio cuando hablas con autoridad divina. Recuerda, no peleas una batalla indecisa, sino que haces cumplir una victoria que ya ha sido ganada.
Comienza hoy identificando un área donde necesitas poder de resurrección. Háblale directamente, con confianza, sabiendo que el mismo Espíritu que levantó a Cristo de entre los muertos vive en ti. Espera resultados inmediatos, porque esa es la naturaleza del poder de Dios: actúa instantáneamente cuando es liberado por palabras llenas de fe.
Reflexiona
¿Qué situación "muerta" en tu vida necesita oírte hablar con autoridad divina hoy?
¿Cómo podría cambiar tu experiencia diaria si realmente creyeras que el mismo poder que resucitó a los muertos a través de Jesús está disponible en ti?
Oración
Declaro que estoy lleno del poder de resurrección. El mismo Espíritu que levantó a Cristo de entre los muertos habita en mí. Hablo vida a cada situación muerta en mi vida ahora. Mis finanzas son bendecidas, mi cuerpo está sano, mis relaciones son restauradas y mis sueños dados por Dios se están manifestando. Nada es imposible para mí porque soy portador de la presencia y el poder de Dios. Lo que Jesús hizo, yo también puedo hacer. Lo que Él ordenó, yo cumpliré. Camino en autoridad divina hoy y siempre. En el nombre de Jesús. Amén.
Puntos Clave
Cuando hablas con autoridad divina, las circunstancias deben cambiar, a menudo de inmediato.
Jesús transfirió explícitamente Su autoridad para sanar y restaurar a todos los creyentes.
No solo sigues a Jesús, llevas Su presencia y poder a donde vayas.
Hablar directamente a tus circunstancias activa el poder de resurrección en ti.
Tu identidad como hijo de Dios te da derecho a ejercer autoridad sobrenatural.
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