Habla la Verdad
- Henley Samuel

- Aug 14
- 2 min read
Agosto 14, 2025

Hoy, exploremos cómo nuestra respuesta a las voces negativas moldea nuestra realidad. Cuando surgen desafíos, ¿magnificamos nuestros problemas o a nuestro Dios? La diferencia determina nuestra victoria. Descubramos cómo hablar la verdad sobre cada montaña que se interpone ante nosotros.
El Poder de Tu Respuesta
Todos escuchamos voces, ya sea de otros, de las circunstancias o de nuestros propios pensamientos. Estas voces pueden infundir miedo, duda y ansiedad. Cuando los israelitas escucharon la voz intimidante de Goliat, se dispersaron con miedo. Pero el joven David respondió de manera diferente. En lugar de magnificar el problema, magnificó a Dios.
"Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado." - 1 Samuel 17:45
La reacción de David nos enseña una lección crucial: no es la voz que escuchas la que determina tu resultado, sino cómo respondes a ella. Cuando enfrentamos voces desafiantes, debemos reaccionar conectando a Dios con nuestra situación.
Magnifica a Dios, No los Problemas
La diferencia fundamental entre David y los otros israelitas era la perspectiva. Ellos magnificaban el problema; David magnificaba a Dios. Mientras otros veían un gigante invencible, David vio una oportunidad para demostrar el poder de Dios.
"Este día el Señor te entregará en mis manos, y yo te heriré y te cortaré la cabeza... para que toda la tierra sepa que hay un Dios en Israel." - 1 Samuel 17:46
Cuando enfrentamos montañas en nuestras vidas, ya sea enfermedad, problemas financieros o desafíos en las relaciones, tenemos una elección. Podemos contar a otros lo grandes que son nuestros problemas, o podemos decirle a nuestros problemas lo grande que es nuestro Dios.
Rompiendo el Ciclo de Voces Negativas
Muchos de nosotros nos vemos comprometidos porque creemos las mentiras del enemigo. Él miente sobre nuestra salud, nuestros hijos, nuestras familias y nuestro futuro. Cuando aceptamos estas mentiras, forman una base en nuestra mente subconsciente, creando problemas continuos.
La manera de cambiar este patrón es declarando y decretando la verdad. David hizo una declaración radical que parecía una locura para la comprensión humana:
" Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. " - 1 Samuel 17:47
Esta declaración desafió la sabiduría convencional. Mientras el mundo confía en la fuerza humana, las armas y las estrategias, David confió en algo más grande, la capacidad de Dios, no en la suya propia.
Las Montañas se Convierten en Llanuras
En Zacarías, encontramos otra verdad poderosa:
"¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura" - Zacarías 4:7
Cuando montañas de obstáculos se interponen ante nosotros, debemos desafiarlas: "¿Qué eres tú, poderosa montaña? ¡No eres nada! Ni siquiera una montaña poderosa puede resistir a un hijo de Dios." La montaña que hoy parece insuperable se convertirá en terreno llano mañana.
El pasaje continúa con personas gritando, "¡Gracia, gracia a ella!" Esta es nuestra respuesta a los obstáculos, no miedo ni preocupación, sino declaraciones de la gracia y el favor de Dios.
Conclusión
La batalla pertenece al Señor. Cuando surjan voces negativas, habla contra ellas. No les permitas tener la última palabra. Dile a tus problemas lo grande que es tu Dios. Declara que las montañas se convertirán en llanuras. Grita "Gracia, gracia" a tus desafíos.
Lo que sea que estés enfrentando hoy, enfermedad, dolor, ansiedad, debe inclinarse ante el nombre de Jesús. Deja que la paz, la alegría y la gracia llenen tu corazón mientras declaras victoria sobre cada obstáculo.
Reflexiona en Esto
¿Con qué frecuencia magnificas tus problemas en lugar de magnificar a Dios cuando enfrentas desafíos?
¿Qué voces negativas permites que habiten en tu mente, y cómo puedes reemplazarlas con declaraciones de la verdad de Dios?
Oración
Padre, declaro que ninguna arma forjada contra mí prosperará. Tú eres más grande que cualquier montaña que enfrente. Hablo a cada obstáculo en mi vida y le ordeno que se convierta en terreno llano. La batalla es Tuya, Señor, no mía. Confío en Tu capacidad, no en la mía. Grito "Gracia, gracia" a cada desafío, sabiendo que Tu favor me rodea como un escudo. Soy Tu hijo, limpiado por la sangre de Jesús, y nada puede resistir lo que has prometido para mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Puntos Clave
Tu respuesta a las voces negativas determina tu resultado; elige magnificar a Dios, no los problemas.
Conecta a Dios con tu situación diciéndole a tus problemas lo grande que es tu Dios.
La batalla pertenece al Señor; confía en Su capacidad, no en la tuya.
Habla contra las voces negativas; no les permitas tener la última palabra en tu vida.
Declara "Gracia, gracia" a tus montañas, y observa cómo se convierten en terreno llano.
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