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Habla a Tus Montañas

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Apr 29
  • 4 min read

Abril 29, 2025

Prosperous Mountain City
Dios promete no solo restauración, sino un aumento sobrenatural, "más bien que nunca antes".

Hoy exploramos el poder transformador de nuestras palabras cuando se alinean con las promesas de Dios. Las Escrituras revelan que lo que hablamos sobre nuestras circunstancias puede cambiar dramáticamente nuestra realidad. Al recorrer juntos esta meditación, prepara tu corazón para descubrir cómo las declaraciones proféticas pueden transformar tus montañas en caminos y tus valles en lugares de abundancia.


El Mandato a la Montaña

En Ezequiel 36, encontramos un patrón notable: Dios instruye al profeta a hablar directamente a las montañas, a las ciudades desoladas y a los lugares quebrantados. Esto no era solo un lenguaje poético; era una estrategia divina para la transformación.

Aumentaré el número de personas y animales que viven sobre ti, y serán fructíferos y se multiplicarán. Haré que la gente habite sobre ti como en el pasado, y te haré prosperar más que antes. Entonces sabrás que yo soy el Señor.— Ezequiel 36:11

Dios le ordenó a Ezequiel que profetizara a las montañas que "echarían ramas" y "darían fruto" para Su pueblo, que pronto regresaría a casa. Lo estéril se volvería fructífero. Lo abandonado sería habitado de nuevo. Lo quebrantado sería restaurado.

Este patrón nos enseña algo profundo sobre la autoridad espiritual. No estamos destinados solo a soportar nuestras circunstancias; estamos llamados a hablarles con la autoridad que Cristo nos ha dado.


Declarando el Aumento Divino

La palabra profética continúa con una promesa poderosa: "Haré más bien con ustedes que nunca antes". Esto no se trata solo de restaurar a un estado anterior, sino de un aumento sobrenatural que supera cualquier cosa experimentada previamente.

Haré más bien con ustedes que nunca antes.

Cuando alineamos nuestras declaraciones con las promesas de Dios, nos posicionamos para este aumento divino. Quizás has abandonado ciertos sueños debido a la edad, la fuerza limitada o la incapacidad percibida. La meditación de hoy nos recuerda que estas limitaciones no pueden restringir los propósitos de Dios para tu vida.

Habla a esas montañas de imposibilidad. Declara las promesas de Dios sobre esas situaciones que has dado por perdidas. La tierra que parecía desolada se convertirá en tu herencia.


Cancelando Declaraciones Negativas

El enemigo a menudo habla desánimo sobre nuestras vidas.

Así dice el Señor Soberano: Porque algunos te dicen: "Tú devoras a la gente y privas a tu nación de sus hijos", por eso ya no devorarás a la gente ni harás que tu nación quede sin hijos, declara el Señor Soberano.— Ezequiel 36:13-14

Cualquier palabra negativa que se haya dicho sobre ti, ya sea por otros o por tu propia voz interior, puede ser cancelada declarando la verdad de Dios. Quizás alguien dijo que no eras lo suficientemente bueno, inteligente o capaz. Hoy puedes profetizar en contra de esas palabras.

Ya no haré que escuches las burlas de las naciones, ni sufrirás más el desprecio de los pueblos, ni harás que tu nación caiga, declara el Señor Soberano.— Ezequiel 36:15

Todo mal informe, todo diagnóstico negativo, toda limitación pronunciada sobre tu vida, todo puede ser superado mediante declaraciones llenas de fe alineadas con la Palabra de Dios.


La Promesa del Nuevo Pacto

Al continuar en Ezequiel 36, descubrimos algo notable sobre el pacto de Dios con nosotros. A diferencia del antiguo pacto, que era condicional ("si haces esto, yo haré aquello"), el nuevo pacto está lleno de declaraciones divinas de "Yo haré":

Esparciré sobre ustedes agua limpia, y quedarán limpios; los limpiaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; quitaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.— Ezequiel 36:25-26

Observa el patrón: "Yo haré, yo haré, yo haré". Esto revela el corazón de nuestro Dios que cumple pactos y que toma la iniciativa en nuestra transformación. Él no espera que seamos perfectos; Él obra en nosotros para hacernos completos.


Viviendo desde la Abundancia

Las promesas continúan con garantías de provisión y abundancia:

Llamaré al grano y lo haré abundante, y no traeré hambre sobre ustedes. Aumentaré el fruto de los árboles y las cosechas del campo, para que no sufran más la deshonra entre las naciones a causa del hambre.— Ezequiel 36:29-30

Estas no son solo promesas antiguas para Israel; reflejan el corazón de Dios hacia todos Sus hijos. Él desea que vivamos en abundancia, no en escasez; en bendición, no en deshonra; en fructificación, no en esterilidad.


Conclusión

Hoy, abraza el poder de la declaración profética en tu vida. Habla a tus montañas, esos obstáculos aparentemente inamovibles. Háblate a ti mismo, afirmando tu identidad como hijo amado de Dios. Declara que fuiste creado a Su imagen, que Su Espíritu vive en ti, que serás cabeza y no cola.

Lo que se siente desolado en tu vida puede ser reconstruido. Lo que parece estéril puede volverse fructífero. Lo que parece roto puede ser restaurado. Comienza hoy alineando tus palabras con las promesas de Dios y observa cómo Él transforma tu realidad a través del poder de la declaración llena de fe.


Reflexiona sobre esto

  1. ¿Qué "montañas" específicas en tu vida necesitan escuchar hoy tus declaraciones llenas de fe?

  2. ¿Cómo podría cambiar tu experiencia diaria si hablaras constantemente las promesas de Dios sobre ti y tus circunstancias?


Oración

Padre, te doy gracias por el poder de Tu Palabra y la autoridad que me has dado a través de Cristo. Declaro que toda montaña en mi vida será allanada, todo valle exaltado y todo lugar torcido enderezado. Soy Tu herencia, creado a Tu imagen con Tu Espíritu habitando en mí. No seré la cola sino la cabeza. Todo lo que toque prosperará. Mi familia camina en bendición, paz y abundancia. Todo lugar roto está siendo restaurado, toda área estéril se vuelve fructífera. Camino en la plenitud de Tus promesas de pacto, sin carecer de nada y andando en aumento divino. En el nombre de Jesús, Amén.


Puntos Clave

  • Dios nos instruye a hablar directamente a nuestras montañas y circunstancias, no solo a soportarlas.

  • El nuevo pacto se basa en las promesas de "Yo haré" de Dios, no en nuestro desempeño.

  • Las declaraciones negativas sobre nuestras vidas pueden ser canceladas al hablar la verdad de Dios.

  • Tenemos autoridad para profetizar tanto sobre nuestras situaciones como sobre nosotros mismos.

  • Dios promete no solo restauración, sino un aumento sobrenatural, "más bien que nunca antes".


Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas sobre el uso de cualquier material, por favor contáctenos en contact@henleysamuel.org.






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