top of page

Foco Fiel

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Oct 29
  • 3 min read

Octubre 29, 2025

Man standing in midst of storm
Podemos volvernos “a prueba de viento” cuando caminamos con Jesús a través de nuestras tormentas.

Hoy, exploremos cómo mantener los ojos en Jesús nos permite superar los desafíos de la vida. Cuando mantenemos un enfoque inquebrantable en Cristo en lugar de nuestras circunstancias, podemos lograr lo que parece imposible y experimentar Su rescate inmediato cuando flaqueamos. 

 

El poder de caminar sobre el agua 

En Mateo 14, presenciamos una notable demostración de fe cuando Pedro sale de la barca para caminar sobre el agua hacia Jesús. 

“Y Él dijo: ‘Ven.’ Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús; pero al ver el viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, gritó, diciendo: ‘¡Señor, sálvame!’ Al instante Jesús, extendiendo la mano, lo asió y le dijo: ‘¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?’” - Mateo 14:29-31 

Este poderoso momento revela cómo el miedo entra cuando la duda reemplaza la confianza. Pedro pudo caminar sobre el agua mientras su enfoque permaneció en Jesús. En el momento en que se distrajo por el viento y las olas a su alrededor, el miedo se infiltró y comenzó a hundirse. 


El rescate inmediato 

Cuando Pedro se dio cuenta de que se estaba hundiendo, no elevó una oración elaborada. Simplemente clamó: “¡Señor, sálvame!” A veces nuestras oraciones más poderosas son las más sencillas. En ese momento de crisis, Pedro se aferró al único que podía ayudar. 

La respuesta de Jesús fue inmediata y personal. La Escritura nos dice que 

“Al instante Jesús, extendiendo la mano, lo asió.” - Mateo 14:31 

Así es Jesús para nosotros hoy. Él no duda ni se demora cuando lo invocamos con fe. Siempre está listo para rescatar, redimir, sanar, levantar, consolar, proteger, guiar, iluminar y cargarnos. 

 

La pregunta sobre la duda 

Después de rescatar a Pedro, Jesús hizo una pregunta profunda: 

“¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” - Mateo 14:31 

Esta pregunta resuena con muchos de nosotros hoy. Quizás un informe médico preocupante te ha hecho dudar. Tal vez familiares han cuestionado tu fe. Sea cual sea la fuente, la duda interrumpe la manifestación de las promesas de Dios en nuestras vidas. 

La misma duda que creó caos en el Jardín del Edén continúa desafiando nuestra fe hoy. Cuando surja la duda contra la Palabra de Dios, debemos declarar y decretar que lo que el Señor ha dicho es siempre “sí y amén.” Aun cuando experimentamos dolor, podemos declarar nuestra sanidad, reprender el dolor y confiar en Dios para una restauración inmediata. 

 

Caminar sobre el agua otra vez 

Lo que sucede después en la historia es notable pero a menudo pasado por alto: 

“Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.” - Mateo 14:32 

Este versículo revela algo poderoso. Después de que Jesús rescató a Pedro del agua, ambos tuvieron que caminar de regreso a la barca juntos. ¡El viento todavía no se había detenido! Pedro, que había fallado en caminar sobre el agua momentos antes por miedo, ahora caminó sobre la misma agua con Jesús de vuelta a la barca. 

¿Qué cambió? No las circunstancias, sino la confianza de Pedro. Con Jesús físicamente a su lado, Pedro pudo caminar a través de la misma tormenta que lo había aterrorizado antes. Se volvió “a prueba de viento” y “a prueba de agua” porque supo sin duda que Jesús estaba con él. 

 

El conocimiento que marca la diferencia 

La transcripción enfatiza que lo que permitió a Pedro caminar sobre el agua la segunda vez fue el conocimiento de que Jesús estaba con él. Este conocimiento marca toda la diferencia en cómo enfrentamos los desafíos de la vida: 

  • El conocimiento de saber que Jesús está contigo 

  • El conocimiento de saber que Dios vive en ti 

  • El conocimiento de saber que eres el Templo del Dios viviente 

  • El conocimiento de saber que tienes el poder de Dios 

  • El conocimiento de saber que has sido reconciliado por Dios 

  • El conocimiento de saber que has sido sellado por el Espíritu Santo 

Cuando realmente entiendes que eres el Templo del Dios viviente, puedes declarar con valentía que la enfermedad, dolencia y dolor no pueden existir en tu cuerpo. Estás completamente sano por Sus llagas de hace 2,000 años, y la manifestación de esa sanidad debe acontecer en tu vida. 

 

Volviéndote a prueba de viento 

El viento solo cesó después de que Pedro y Jesús subieron juntos a la barca. Esto nos enseña que Dios no siempre quita inmediatamente los desafíos a nuestro alrededor. A veces, Él nos da la capacidad de atravesarlos con confianza porque sabemos que Él está con nosotros. 

En las mismas aguas donde Pedro había comenzado a hundirse, ahora caminó con confianza con Jesús. La diferencia no estuvo en las circunstancias sino en la conciencia de Pedro de la presencia de Cristo. La segunda vez, Pedro no se distrajo por el viento porque se había vuelto “a prueba de viento” a través de su conexión con Jesús. 

 

Conclusión 

Has sido llamado a caminar sobre el agua, a superar desafíos que parecen imposibles. No estás solo en este viaje. La Trinidad—Padre, Hijo y Espíritu Santo—está contigo y a tu favor. Cualquier desafío que venga contra ti no prosperará. 

El conocimiento de la presencia de Dios te capacita para ser a prueba de miedo, a prueba de viento y a prueba de agua frente a las tormentas de la vida. Cuando la duda intente infiltrarse, recuerda la simple oración de Pedro: “¡Señor, sálvame!” Jesús siempre está listo para extender Su mano de inmediato. Y con Él a tu lado, puedes atravesar las mismas tormentas que antes amenazaban con abrumarte. 


Reflexiona sobre esto 

  1. ¿Qué circunstancias en tu vida te han distraído de enfocarte en Jesús? 

  2. ¿Cómo podría crecer tu confianza si enfrentaras tus desafíos con el conocimiento de que Jesús está justo a tu lado? 

 

Oración 

Padre, te doy gracias por Tu presencia en mi vida. Declaro que soy el Templo del Dios viviente, y cualquier enfermedad, miedo o duda no puede existir donde Tú habitas. Cuando comienzo a hundirme bajo las olas de los desafíos de la vida, ayúdame a clamar a Ti con fe sencilla. Recibo Tu rescate inmediato y la confianza para caminar a través de las tormentas contigo a mi lado. Soy a prueba de viento y a prueba de agua porque Tú estás conmigo. En el nombre de Jesús, amén. 

 

Puntos clave 

  • La fe nos permite caminar por encima de nuestras circunstancias cuando nuestro enfoque permanece en Jesús. 

  • Cuando el miedo y la duda nos hacen hundirnos, un simple clamor de ayuda trae la respuesta inmediata de Jesús. 

  • El conocimiento de que Jesús está con nosotros transforma cómo enfrentamos los mismos desafíos que antes nos abrumaban. 

  • Podemos volvernos “a prueba de viento” cuando caminamos con Jesús a través de nuestras tormentas. 

  • Dios no siempre calma la tormenta de inmediato, pero nos da la capacidad de atravesarla con confianza. 


Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas sobre el uso de cualquier material, contáctenos en contact@henleysamuel.org. 




Comments


© 2025 by Henley Samuel Ministries. All Rights Reserved.

bottom of page