Dios recuerda
- Henley Samuel

- Sep 4
- 3 min read
Septiembre 04, 2025

Hoy, exploremos una verdad poderosa que puede transformar tu perspectiva durante temporadas difíciles. Cuando las circunstancias parecen oscuras y las personas te olvidan, recuerda esto: Dios nunca olvida. Él permanece contigo en cada prueba, listo para cambiar tu temporada en el momento perfecto.
El Dios que recuerda
En Génesis, encontramos a José en un momento bajo:
" Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó." — Génesis 40:23
A pesar de su fiel servicio y de interpretar correctamente los sueños, José fue olvidado en la cárcel. ¿Cuántos de nosotros nos hemos sentido de forma similar pasados por alto u olvidados?
Sin embargo, una constante permaneció en la vida de José: Dios estaba con él. A lo largo de la historia de José, esta frase se repite como un latido constante: "Dios estaba con José." Mientras las personas lo olvidaban, Dios lo recordaba.
Lo único que no cambió en la vida de José fue la presencia de Dios. Él mantuvo su enfoque puesto en Dios, sabiendo que Él tenía el control.
Cuando enfrentamos circunstancias difíciles, a menudo nos fijamos en nuestros problemas, en los muros de la prisión, en las traiciones, en las decepciones. Magnificamos nuestras dificultades y culpamos a otros por nuestra situación. Pero José nos muestra una manera diferente.
No mires al viento
Eclesiastés ofrece una sabiduría profunda para tiempos difíciles:
" El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha." — Eclesiastés 11:4 (NTV)
Si constantemente te enfocas en tus problemas actuales, magnificando las dificultades y anclándote en traiciones pasadas, nunca avanzarás. Tu futuro no está determinado por lo que ves sino por la Palabra de Dios. Aquellos que toman decisiones basándose únicamente en cuentas bancarias, calificaciones, circunstancias o informes médicos nunca progresarán.
José no se fijó en los muros de su prisión ni en las personas que lo traicionaron. No culpó a Dios ni se quejó de sus condiciones. En cambio, mantuvo sus ojos en las promesas de Dios.
El cambiador de estaciones
Servimos a un Dios que cambia los tiempos y las estaciones.
" Él controla el curso de los sucesos del mundo; él quita reyes y pone otros reyes. Él da sabiduría a los sabios " — Daniel 2:21
Cualquiera que sea la temporada que estés viviendo —esperando promoción, buscando avance en tu ministerio o carrera, o sintiéndote estancado en deudas— sabe que Dios puede cambiar tus circunstancias. Algunos pueden decir: "Es un mal momento para mí", pero no hay mal tiempo para el pueblo de Dios porque servimos al Dios que cambia tiempos y estaciones.
No te preocupes por cómo aparece tu situación. En lugar de eso, magnifica la Palabra de Dios. A veces la transformación es un proceso, así como lo fue para José y David. Después de que Samuel ungió a David como rey, no entró inmediatamente al palacio; volvió a pastorear ovejas. Sin embargo, sabía que Dios cumpliría Su promesa.
Siembra en cada temporada
El éxito no se basa en la casualidad sino en la elección: tu elección de creer la Palabra de Dios. El creer correcto produce el vivir correcto. En la prisión, muchas preguntas debieron llenar la mente de José, pero él se enfocó en una verdad: el Dios que prometió lo liberaría.
José no miró el viento ni las nubes. Si se hubiese centrado en sus problemas, nunca habría sembrado semillas de fe. La Palabra de Dios es una semilla que debe plantarse en tu corazón, no basada en circunstancias externas sino en la confianza en el proceso.
Proverbios advierte:
"El perezoso no ara cuando llega la temporada de siembra; por eso mendiga en la siega y no tiene nada que cosechar." — Proverbios 20:4
Algunas traducciones dicen: "Por causa del frío, el perezoso no ara." Cuando miras las circunstancias y tomas decisiones basándote en ellas —"Hace demasiado frío", "Estoy en prisión", "El médico dijo..."— nunca ararás.
Sigue soñando
Si José se hubiese fijado solo en su celda, no habría visto más que oscuridad. En su lugar, miró la promesa de Dios, imaginando continuamente lo que Dios haría y soñando con las promesas de Dios.
Cuando estés enfermo, sigue soñando con cómo correrás para Dios. Cuando estés débil, sigue soñando con la fuerza de Dios.
No seas como la persona perezosa que se niega a arar por el frío. No culpes a la economía ni a las condiciones mundiales. Si eres demasiado perezoso para arar, no esperes cosecha. Si eres demasiado perezoso para creer, no esperes resultados.
Durante su tiempo de espera, José confió en la Palabra de Dios, sabiendo que Dios cambia los tiempos y las estaciones. No se fijó en sus circunstancias ni se detuvo en las traiciones. Se enfocó en las promesas de Dios, soñando con la visión que Dios le había dado y sembrando semillas de fe.
El tiempo de espera es tiempo de crecimiento
Recuerda esto: el tiempo de espera no es tiempo perdido. Es una temporada donde tu fe crece mientras aprendes a confiar en Dios cuando parece no haber nada por qué creer. De pronto, el Dios que cambia tiempos y estaciones apareció en la vida de José y lo elevó de la prisión al palacio.
La Biblia enfatiza repetidamente: "Dios estaba con José." Incluso en tu periodo de espera, incluso a través de tu situación actual, Dios está contigo. Él cambia los tiempos y las estaciones, y hará lo mismo por ti.
Conclusión
En tus momentos más oscuros, recuerda que Dios te ve. Mientras José fue olvidado en la cárcel, Dios lo preparaba para el palacio. Tu temporada actual no es tu destino final; es preparación para lo que viene. No mires al viento ni a las nubes; sigue sembrando semillas de fe independientemente de las circunstancias. El Dios que cambia tiempos y estaciones está obrando en tu espera. Enfócate no en lo que ves, sino en lo que Él ha prometido. Tu breakthrough puede estar a solo una temporada de distancia. Confía en Su tiempo, sigue soñando y sabe que con Dios, ningún tiempo de espera se desperdicia.
Reflexiona sobre esto
¿En qué circunstancias o problemas te estás enfocando que podrían impedirte sembrar semillas de fe?
¿Cómo puedes cambiar tu enfoque de tu situación actual a las promesas de Dios durante tu temporada de espera?
Oración
Padre, te doy gracias por ser el Dios que me recuerda incluso cuando otros me olvidan. Declaro que Tú estás conmigo, cambiando mis tiempos y estaciones. Elijo enfocarme no en mis circunstancias sino en Tus promesas. Siembro semillas de fe en mi corazón, confiando en Tu proceso. Mi tiempo de espera no está perdido; está haciendo crecer mi fe. Creo que me levantarás de la prisión al palacio en Tu perfecto tiempo. Tú eres mi fuerza, mi proveedor y mi cambiador de estaciones. En el nombre de Jesús, amén.
Puntos clave
Dios te recuerda incluso cuando las personas te olvidan, y permanece contigo en cada prueba.
No te concentres en tus problemas ni esperes condiciones perfectas; siembra semillas de fe sin importar las circunstancias.
Servimos al Dios que cambia tiempos y estaciones, que puede transformar cualquier situación.
El éxito proviene de elegir creer la Palabra de Dios en lugar de enfocarse en las circunstancias externas.
El tiempo de espera no es tiempo perdido sino una temporada para que la fe crezca mientras aprendes a confiar en Dios.
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