Deseos Justos Concedidos
- Henley Samuel
- 5 days ago
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Junio 01, 2025

Lo que deseamos profundamente le importa a Dios. No se trata de los deseos pasajeros que van y vienen, sino de esos anhelos profundos plantados en nuestro corazón por nuestro Creador. Hoy exploramos cómo nuestros deseos como creyentes moldean nuestra realidad y cómo Dios cumple los anhelos profundos de quienes confían en Él.
El Poder de los Deseos Piadosos
Existe una diferencia profunda entre los deseos mundanos y los deseos piadosos. Mientras que el mundo puede enseñarnos a suprimir nuestros deseos o a perseguir placeres pasajeros, la Escritura revela algo completamente diferente. Dios nos diseñó con la capacidad de soñar, de imaginar y de desear cosas buenas.
" y el deseo de los justos será concedido." - Proverbios 10:24
No se trata de caprichos momentáneos que pasan por nuestra mente. Hablo de esos anhelos profundos y constantes que resuenan con los propósitos de Dios. No son pensamientos fugaces que surgen al ver algo atractivo o temporalmente llamativo. Más bien, son visiones y sueños que Dios mismo planta en nosotros—deseos que se alinean con Su palabra y Su voluntad para nuestras vidas.
Cuando nos deleitamos en el Señor, Él moldea nuestros deseos para que coincidan con Sus planes para nosotros. Estos deseos piadosos no conducen a la decepción ni al arrepentimiento; conducen a la plenitud y la bendición.
Entendiendo la Verdadera Justicia
Muchos creen que la justicia proviene de las buenas obras o de la observancia religiosa. Pero la Escritura pinta un cuadro diferente:
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." - Efesios 2:8
La justicia no se gana por nuestras acciones—se recibe como un regalo por medio de la fe en Jesucristo. No nos volvemos justos por hacer el bien; hacemos el bien porque hemos sido hechos justos a través de Cristo.
Esta distinción es crucial. Las buenas obras no nos salvan ni nos hacen justos. Más bien, nuestra salvación produce buenas obras como fruto natural. No somos salvos por buenas obras, sino que somos salvos para buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Cuando entendemos esta verdad, podemos reclamar con confianza la promesa de que "el deseo de los justos será concedido". Como creyentes en Cristo, somos los justos cuyos deseos piadosos Dios se deleita en cumplir.
Deseos Que Terminan en Bien
La Escritura revela además:
" El deseo de los justos es solo el bien " - Proverbios 11:23
Esto nos da una confianza tremenda. Los deseos que Dios pone en nuestro corazón—cuando están alineados con Su palabra—siempre conducirán a resultados positivos. No hay necesidad de temer a nuestros deseos piadosos ni de suprimirlos, como algunas tradiciones religiosas podrían sugerir.
Debemos distinguir entre deseos piadosos y lujurias mundanas. La lujuria representa un querer corrompido y egocéntrico que conduce al daño. Pero los deseos justos—aquellos alineados con el carácter y los propósitos de Dios—siempre terminan en bien.
Esto significa que podemos soñar en grande y desear profundamente sin temor, sabiendo que al permanecer en Cristo, nuestros deseos se alinearán naturalmente con Sus buenos propósitos para nuestra vida.
La Bendición Sin Tristeza
Las bendiciones de Dios en nuestra vida tienen una cualidad especial que las distingue del éxito mundano:
"La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella." - Proverbios 10:22
Cuando Dios cumple nuestros deseos justos, la bendición resultante no trae arrepentimiento, ansiedad ni dolor oculto. A diferencia de los logros mundanos que a menudo vienen acompañados de estrés, relaciones rotas o vacío, las bendiciones de Dios traen verdadero enriquecimiento con descanso y contentamiento.
Esta es la hermosa distinción de caminar con Dios—nuestros deseos cumplidos no solo traen felicidad temporal, sino gozo duradero sin el amargo sabor de la tristeza. Sus bendiciones nos hacen verdaderamente ricos en todo sentido, sin que falte nada, sin carencias y sin quebranto.
Conclusión
Mientras avanzamos en este mes, cultivemos deseos piadosos que se alineen con Su palabra. Recordemos que como creyentes justos en Cristo, nuestros deseos profundos y dados por Dios serán concedidos. Terminarán en bien, trayendo bendiciones sin tristeza.
No temas soñar en grande y desear profundamente. Dios ha puesto esas visiones en tu corazón con un propósito. Al deleitarte en Él y permitir que Su palabra moldee tus deseos, puedes caminar con confianza, sabiendo que lo que Él ha prometido, lo cumplirá.
Reflexiona Sobre Esto
¿Qué deseos profundos ha puesto Dios en tu corazón que quizás has dudado en reconocer o perseguir?
¿Cómo podría cambiar tu manera de acercarte a Dios con tus deseos el entender la justicia como un regalo y no como algo ganado?
Oración
Padre, te doy gracias por hacerme justo por medio de la fe en Jesús. Abrazo los deseos que has puesto en mi corazón, sabiendo que vienen de Ti y terminarán en bien. Tus bendiciones me enriquecen en cada área de mi vida sin tristeza ni arrepentimiento. Camino con confianza sabiendo que al deleitarme en Ti, los deseos de mi corazón están siendo concedidos. Mi vida es un testimonio de Tu fidelidad y bondad. ¡En el nombre de Jesús, lo declaro hecho!
Puntos Clave
Dios nos diseñó para tener deseos, y los deseos de los justos serán concedidos.
La justicia viene por la fe en Jesucristo, no por nuestras buenas obras.
Los deseos piadosos siempre terminan en bien, a diferencia de las lujurias mundanas que llevan al daño.
La bendición del Señor enriquece y no añade tristeza con ella.
Como creyentes, podemos perseguir con confianza los deseos profundos que Dios ha puesto en nuestro corazón.
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