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Descanso en medio de las tormentas

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Aug 20
  • 2 min read

Agosto 20, 2025

Baby sleeping peacefully
La verdadera fe declara "me acostaré en paz" en lugar de rogarle a Dios por paz.

En los momentos caóticos de la vida, a menudo nos encontramos dando vueltas en la cama, con la mente llena de preocupaciones y ansiedades. Sin embargo, hay una lección profunda que aprender de Jesús, quien durmió plácidamente sobre un cojín mientras una furiosa tormenta rugía a su alrededor. Hoy, exploremos cómo podemos encontrar el descanso perfecto incluso cuando las tormentas de la vida amenazan con abrumarnos. 

 

La fuerza de una paz imperturbable 

Cuando Jesús y Sus discípulos se dispusieron a cruzar el mar de Galilea, Él hizo una declaración simple pero poderosa: “Pasemos al otro lado”. Esto no fue solo una sugerencia, fue una promesa divina. A pesar de la violenta tormenta que se levantó, Jesús permaneció en perfecta paz, durmiendo profundamente sobre un cojín mientras los discípulos entraban en pánico. 

“Pero Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despertaron y le dijeron: ‘Maestro, ¿no te importa que perezcamos?’” — Marcos 4:38 

Esta escena revela algo notable acerca de la verdadera fe. Mientras los discípulos sacaban agua desesperadamente, Jesús descansaba con total confianza. Él sabía que, si había dicho que irían al otro lado, nada, ni siquiera una tormenta enfurecida, podría impedirlo. 

 

El campo de batalla de la mente 

Muchos de nosotros experimentamos tormentas no en el agua, sino en la mente. Estos temporales mentales pueden ser más devastadores que los físicos: pensamientos de heridas pasadas, preocupaciones por lo que otros han dicho o ansiedades sobre el futuro. La mente es verdaderamente el campo de batalla donde se gana o se pierde nuestra paz. 

Cuando estos pensamientos nos asaltan, especialmente por la noche cuando intentamos dormir, podemos estar seguros de que no vienen de Dios. Todo lo que nos roba el descanso proviene del enemigo, que intenta distraernos de las promesas y propósitos de Dios. 

 

La promesa de Dios de un descanso en paz 

El salmista nos da una hermosa promesa que podemos reclamar: 

“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.” — Salmo 4:8 

Esta no es una oración pidiéndole a Dios paz; es una declaración de confianza. Cuando realmente creemos que estamos en las manos de Dios, la ansiedad y la depresión pierden su dominio. Podemos acostarnos en perfecta paz, sabiendo que nuestra seguridad proviene solo de Él. 

 

Rehusando involucrarnos con pensamientos negativos 

Cuando el enemigo te recuerde el pasado, recuérdale su futuro. Cuando te recuerde tus fracasos, recuérdale la victoria de Cristo en la cruz. Tu futuro está seguro en las manos de Dios, pero el destino del enemigo ya está sellado. 

Con demasiada frecuencia, nos enganchamos con pensamientos negativos, lo que nos lleva a culpar a otros por nuestras circunstancias. Esta mentalidad sugiere sutilmente que Dios no pudo o no quiso ayudarnos. En su lugar, debemos asumir responsabilidad y reconocer la soberanía de Dios en toda situación. 

 

Tu momento del “cojín” 

Así como Jesús tenía Su cojín, tú necesitas tu propio símbolo de descanso. Tal vez sea una almohada real que te recuerde confiar plenamente en Dios. Visualízate descansando como lo hizo Jesús, imperturbable por las tormentas que te rodean. 

Dile al enemigo: “Así como Jesús durmió durante la tormenta hace 2,000 años, yo voy a dormir en perfecta paz. Lanza lo que quieras contra mí, pero yo descanso en las promesas de Dios. Buenas noches”. 

 

Conclusión 

No importa qué tormentas enfrentes —presiones financieras, preocupaciones de salud, problemas relacionales o estrés laboral— puedes hallar un descanso perfecto en la presencia de Dios. Como José, que se mantuvo enfocado en las promesas de Dios a pesar de ser vendido como esclavo y falsamente acusado, tú también puedes ascender del foso al palacio. 

Tu paz no depende de tus circunstancias, sino de quién va contigo en la barca. Jesús, el Príncipe de Paz, habita en ti, y Su paz es tu herencia. 

 

Reflexiona sobre esto 

  1. ¿Qué “tormentas” específicas en tu vida te han estado robando la paz y el descanso? 

  2. ¿Cómo cambiaría tu perspectiva si realmente creyeras que las palabras de Jesús —“vamos al otro lado”— se aplican a tu situación actual? 

 

Oración 

Declaro que soy hijo(a) de Dios, descansando en perfecta paz sin importar las tormentas a mi alrededor. Confío plenamente en Tus promesas, Señor. Ningún informe, ninguna circunstancia, ninguna palabra dicha contra mí puede perturbar mi descanso, porque Tú eres mi protector y mi paz. Duermo profundamente sabiendo que mi futuro está seguro en Tus manos. El enemigo no tiene poder sobre mi mente ni sobre mi descanso. Estoy a salvo en Tu presencia, ahora y siempre. En el nombre de Jesús, Amén. 

 

Puntos clave 

  • La capacidad de Jesús para dormir durante la tormenta demuestra la paz disponible para todos los creyentes. 

  • Las batallas mentales a menudo se intensifican por la noche, pero reconocer su origen nos ayuda a rechazarlas. 

  • La verdadera fe declara “me acostaré en paz” en vez de rogar por paz. 

  • Cuando culpamos a otros por nuestras circunstancias, negamos sutilmente la soberanía de Dios. 

  • Tu paz no depende de tu situación, sino de quién está contigo en tu “barca”. 

 

Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas sobre el uso de cualquier material, contáctanos en contact@henleysamuel.org. 

 





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