top of page

Conociendo al Padre

  • Writer: Henley Samuel
    Henley Samuel
  • Apr 23
  • 4 min read

Abril 23, 2025

Jesus
Jesús operaba en poder porque sabía que el Padre lo amaba y le mostraba todo.

Hoy, exploremos la profunda verdad de la presencia constante de Dios en nuestras vidas. Esto no se trata solo de sentir consuelo; se trata de comprender el fundamento de nuestra fe y la fuente de nuestra fortaleza. Prepárate para ser renovado en tu manera de pensar mientras profundizamos en las Escrituras y descubrimos cómo conocer al Padre como lo hizo Jesús.


La raíz de nuestras luchas

Muchos de nosotros enfrentamos momentos de depresión, ansiedad y preocupación. Nos sentimos solos, abandonados o olvidados. Pero, ¿cuál es la causa raíz de estas luchas? Es nuestra incapacidad de comprender verdaderamente que el Señor está con nosotros.

Cuando las personas experimentan depresión, a menudo expresan sentimientos de aislamiento: "A nadie le agrado", "Nadie está conmigo", "Lo he perdido todo". El problema fundamental no es solo el pensamiento negativo; es no saber, en lo más profundo, que Dios está presente constantemente.

El enemigo siempre intenta el mismo truco, presentando a Dios como alguien que te retiene algo, tal como lo hizo en el Jardín del Edén.

Satanás quiere que creas que estás solo, que a Dios no le importas. Siembra dudas como las que expresó Gedeón: "Si Dios está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto?" Pero debemos aprender a ver a Dios a través de un lente diferente.


Viendo a Dios a través de Jesús

Hay dos perspectivas desde las cuales podemos ver a Dios: a través de Adán o a través de Jesús. Cuando miramos a Dios a través de Jesús, lo vemos como realmente es: amoroso, presente y bueno.

En Números 14, Josué y Caleb se opusieron a los israelitas incrédulos, declarando:

"La tierra que recorrimos es excelente. Si el Señor se agrada de nosotros, él nos llevará a esa tierra... Solo que no se rebelen contra el Señor ni tengan miedo de la gente de esa tierra... el Señor está con nosotros. No les tengan miedo."— Números 14:7-9

A pesar de presenciar la bondad y provisión de Dios, los israelitas se negaron a creer. Sus mentes seguían en Egipto aunque sus cuerpos ya habían sido liberados. Esta misma lucha existe para muchos creyentes hoy: hemos sido salvos, pero nuestra manera de pensar no ha sido completamente transformada.

La tierra que vimos es muy buena.

Así como Dios declaró "buena" su creación en Génesis, sus promesas siguen siendo buenas hoy. El hecho de que no podamos ver algo no significa que no exista. Si está en la Palabra de Dios, podemos creerlo sin importar las experiencias de otros.


El amor del Padre revelado

Jesús nos da una profunda visión de su relación con el Padre:

"Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Sí, y le mostrará obras aún mayores que estas, para que ustedes queden asombrados."— Juan 5:20

Jesús operaba en sanidad y milagros porque sabía que su Padre lo amaba profundamente. Sabía que el Padre se deleitaba en Él y siempre estaba con Él. Jesús no podía hacer nada por sí mismo; solo hacía lo que veía hacer al Padre.

Esta misma relación está disponible para nosotros. Por medio del sacrificio de Cristo, podemos experimentar la misma intimidad con el Padre que Jesús tenía. De esto se trata realmente la vida eterna: conocer al Padre como Jesús lo conocía.


Caminando en relación divina

Cuando realmente entendemos que el Señor está con nosotros, todo cambia. La depresión, la ansiedad y el miedo pierden su poder. Comenzamos a caminar con confianza, sabiendo que nunca estamos solos.

El remedio para nuestras luchas es simple pero profundo: arrepentimiento, es decir, cambiar nuestra manera de pensar. Debemos comenzar a reconocer que el Señor siempre está con nosotros. No nos dejará ni nos abandonará. Está presente en cada momento, en cada circunstancia.

El Padre Dios nos ama, nunca nos deja, nunca nos abandona, y envió a su Hijo a morir en la cruz para que podamos tener la misma relación con Él que Jesús tenía.

Nuestra oración debe pasar de simplemente pedir cosas a buscar un conocimiento más profundo del Padre.

"Quiero conocer al Padre tal como Jesús conocía a su Padre"

debe convertirse en nuestro más profundo anhelo.


Conclusión

A medida que crecemos en conocer al Padre como lo hizo Jesús, las señales y maravillas seguirán. Los milagros sucederán. La liberación ocurrirá dondequiera que vayamos. Somos como Jesús en este mundo, pero nuestras mentes necesitan ser renovadas.

Aprendamos con entusiasmo cómo Jesús conocía a su Padre. Meditemos en esta verdad y cultivemos un profundo deseo de conocer a Dios íntimamente. Al hacerlo, experimentaremos el poder transformador de su presencia y amor en cada área de nuestras vidas.


Reflexiona sobre esto

  1. ¿Cómo cambiaría tu vida si realmente creyeras, en cada momento, que Dios está contigo y nunca te dejará?

  2. ¿Qué pasos puedes dar hoy para comenzar a conocer al Padre más íntimamente, como lo hizo Jesús?


Oración

Padre, te doy gracias por tu presencia constante en mi vida. Declaro que siempre estás conmigo, guiándome, amándome y mostrándome tus caminos. Nunca estoy solo porque tú habitas en mí. Recibo la misma relación contigo que Jesús tenía, llena de intimidad, confianza y poder. Estoy renovando mi mente para verte como Jesús te veía. Tu amor me rodea, tu sabiduría me guía y tu poder obra a través de mí. En el nombre de Jesús, Amén.


Puntos clave

  • La causa raíz de la depresión, la ansiedad y el miedo es no saber verdaderamente que Dios siempre está con nosotros.

  • Debemos aprender a ver a Dios a través de Jesús y no desde nuestra perspectiva humana limitada.

  • Jesús operaba en poder porque sabía que el Padre lo amaba y le mostraba todo.

  • Por medio de Cristo, podemos experimentar la misma relación íntima con el Padre que Jesús tenía.

  • Nuestra oración debe ser conocer al Padre tal como Jesús lo conocía; esta es la esencia de la vida eterna.


Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas sobre el uso de cualquier material, por favor contáctenos en contact@henleysamuel.org.



Comments


© 2025 by Henley Samuel Ministries. All Rights Reserved.

bottom of page