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Noviembre 24, 2025

Nuestra verdadera identidad se encuentra en lo que Dios dice que somos: justos, escogidos, sanados y amados.

Hoy, abracemos la profunda verdad de quién eres en Cristo. Esto no se trata de esforzarte más para ser mejor; se trata de reconocer la transformación completa que ya ha tenido lugar en tu vida. Cuando Dios cambia tu identidad, todo cambia. Prepárate para ser recordado de la increíble realidad de tu condición de nueva creación y para caminar con confianza en quién eres realmente. 

La transformación completa de la identidad 

Cuando Abraham aún era Abram, Dios no solo le dio un apodo o un título al que debía aspirar. Dios cambió fundamentalmente su identidad de “padre enaltecido” a “padre de multitudes”. Esto no era pensamiento ilusorio; era una declaración de realidad desde la perspectiva del Cielo. 

“No se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.” - Génesis 17:5 

La misma transformación te ha ocurrido a ti. En el capítulo 1 de Efesios, descubrimos nuestra nueva identidad: somos llamados santos, somos escogidos, somos redimidos, somos sellados y somos adoptados. Ya no estamos en el reino de las tinieblas, sino que hemos sido trasladados al Reino de la justicia de Dios. 

Completamente nuevo, no reacondicionado 

Muchas personas piensan en la salvación como conseguir un teléfono reacondicionado: el mismo dispositivo, solo que limpiado y reparado. Pero eso no es lo que enseña la Escritura. No has sido reparado ni reformado; has sido completamente recreado. 

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” - 2 Corintios 5:17 

Tu antigua identidad, tu vida de pecado, el poder de Satanás, las obras religiosas, tu antigua relación con el mundo y tus viejas formas de pensar, todo se ha ido. No estás cargando una tabla llena de agujeros de clavos por errores del pasado. Toda la tabla ha sido desechada, y se te ha dado una pizarra completamente limpia. 

Cuando aceptas a Jesucristo, tu antiguo pasaporte es cancelado y recibes nueva ciudadanía en el reino de Dios. 

El ministerio de la reconciliación 

Dios te ha confiado un ministerio increíble: el ministerio de la reconciliación. Esto no se trata de llevar la cuenta de los fracasos de las personas; se trata de anunciar el corazón de Dios hacia la humanidad. 

“Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” - 2 Corintios 5:19 

Vuelve a leer cuidadosamente ese versículo. Dios no está contando los pecados de las personas contra ellas. Él no está en el negocio de llevar registros de transgresiones. En cambio, Él está en el negocio de cancelar deudas y abrir la puerta de la reconciliación. Esto transforma por completo cómo vemos a Dios y cómo lo representamos ante los demás. 

Embajadores del Ungido 

Ahora eres embajador de Cristo, Su representante personal en la tierra. Cuando las personas se encuentran contigo, deberían ver una demostración de lo que Dios ha logrado a través de Jesús. 

“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” - 2 Corintios 5:20 

Tu función no es condenar ni juzgar, sino mostrar al mundo que Dios está de su lado, que la reconciliación está disponible y que la transformación es posible. 

El gran intercambio 

El fundamento de tu nueva identidad se basa en el gran intercambio que tuvo lugar en la cruz. 

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” - 2 Corintios 5:21 

Jesús, que no conoció pecado, fue hecho pecado para que tú, que no conocías la justicia, pudieras ser hecho justicia de Dios. Esto no es solo una declaración legal; es una transformación completa de tu naturaleza. Ahora eres justo, no por lo que has hecho, sino por tu unión con Cristo. 

Caminando en tu nueva identidad 

Cada día, el enemigo intentará recordarte quién solías ser. Susurrará mentiras sobre enfermedad, fracaso e insuficiencia. Pero debes responder desde tu nueva identidad. Cuando él diga que estás enfermo, declara que por Sus llagas has sido sanado. Cuando intente robar tu gozo, recuérdale que estás sellado por el poder de Dios, ungido por el poder de Dios y lleno de la Trinidad. 

No eres quien solías ser, eres Abraham, el amigo de Dios, sentado con Cristo en los lugares celestiales. 

Conclusión 

Tu transformación de identidad es completa e irreversible. No eres una obra en proceso; eres una obra maestra terminada, creada en Cristo Jesús. Lo viejo ha pasado, y todo ha sido hecho nuevo. Camina con confianza en esta verdad, sabiendo que eres amado, escogido y empoderado por toda la Trinidad obrando en tu vida. 

Reflexiona sobre esto 

1. ¿En qué áreas de tu vida sigues pensando y actuando desde tu vieja identidad en lugar de desde tu realidad de nueva creación? 

2. ¿Cómo puedes representar mejor el corazón de reconciliación de Dios a las personas en tus interacciones diarias? 

Oración 

Padre Celestial, te doy gracias por la completa transformación que has realizado en mi vida. Declaro que soy una nueva creación en Cristo Jesús. Mi antigua identidad ha pasado, y ahora camino en la justicia que Tú me has dado. Soy Tu embajador, llevando el mensaje de reconciliación a un mundo que necesita conocer Tu amor. Estoy sellado, escogido, redimido y adoptado. Toda la Trinidad mora en mí y obra a través de mí. Rechazo toda mentira del enemigo y me mantengo firme en mi nueva identidad. En el nombre de Jesús, Amén. 

Puntos clave 

• Eres completamente nuevo en Cristo, no reparado ni reacondicionado, sino totalmente recreado. 

• Dios no está contando tus pecados contra ti, sino que ha cancelado tu deuda a través de Cristo. 

• Eres embajador de Cristo, representando Su corazón de reconciliación al mundo. 

• Tu justicia proviene de tu unión con Cristo, no de tu desempeño. 

• El enemigo desafiará tu identidad, pero debes responder desde tu realidad de nueva creación. 

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