Buscando a Dios Primero
- Henley Samuel

- Oct 15
- 3 min read
Octubre 15, 2025

Hoy, exploremos cómo buscar a Dios transforma nuestra perspectiva en tiempos desafiantes. Cuando surgen problemas, nuestra respuesta natural a menudo nos aleja de Dios en lugar de acercarnos a Él. Sin embargo, como descubriremos, hacer de Dios nuestra primera prioridad lo cambia todo.
La respuesta del rey ante el miedo
En 2 Crónicas, encontramos un ejemplo poderoso de cómo responder frente a las amenazas:
“Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.” - 2 Crónicas 20:3-4
Cuando el rey Josafat sintió miedo, su respuesta inmediata no fue reunir a su ejército ni buscar alianzas políticas. En cambio, “se dispuso con determinación a buscar al Señor”. No fue una oración casual, sino una necesidad vital. Reconoció que conectarse con Dios era su necesidad primaria.
El rey no se quedó en la devoción personal. Llamó a toda la nación a unirse a él en buscar a Dios, proclamando ayuno en todo Judá. El pueblo respondió viniendo de cada ciudad, “anhelándolo con todo su corazón”.
Buscar primero vs. buscar al final
¡Como difiere esto de nuestro enfoque típico! Cuando surgen problemas en nuestro cuerpo, a menudo probamos remedios primero. Tomamos medicinas, llamamos a amigos para pedir consejo y visitamos médicos. Solo cuando nada más funciona acudimos a Dios como último recurso.
Pero la Escritura nos enseña a invertir este orden. Jesús nos instruyó a
“buscad primeramente el reino de Dios” (Mateo 6:33).
Buscar a Dios no debe ser nuestro plan de respaldo, sino nuestro punto de partida.
Ver a través de los ojos de Dios
Cuando buscamos a Dios primero, obtenemos Su perspectiva sobre nuestros problemas. Es como ponerse lentes especiales que hacen que todo entre en enfoque:
Cuando vas a ver una película en 3D sin gafas, ¿cómo se ve? No tan real y borroso. No puedes ver exactamente lo que está pasando. Te va a causar dolor de cabeza. Pero cuando te pones las gafas, puedes ver los detalles.
Sin la perspectiva de Dios, nuestra visión se distorsiona. Tenemos “dolores de cabeza espirituales” al intentar entender nuestras circunstancias. Pero cuando nos ponemos las “gafas del Hijo” (S-O-N), vemos los problemas como Dios los ve. Reconocemos Sus promesas y provisiones que siempre estuvieron allí pero que eran invisibles a nuestros ojos naturales.
La presencia de Dios aleja el temor
El profeta Sofonías ofrece un hermoso ánimo para quienes enfrentan desafíos:
“Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. ” - Sofonías 3:15
Observa la progresión: el Señor ha quitado el juicio, ha echado a los enemigos y, lo más importante, Él está “en medio de ti”. ¿El resultado? “No temerás el desastre.” La clave para vivir sin miedo no es la ausencia de problemas, sino la conciencia de la presencia de Dios.
El Señor en medio de ti
Este tema de la presencia de Dios continúa en los siguientes versículos:
“En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. ” - Sofonías 3:16-17
El mandato “no temas” está directamente conectado con la realidad de que “el Señor tu Dios está en medio de ti”. El miedo debilita nuestras manos, pero la presencia de Dios nos fortalece.
Él no está distante ni desapegado. Está presente en tu hogar, tu familia, tus circunstancias. Es un “poderoso salvador” que obra activamente a tu favor.
Dios se deleita en ti
A menudo hablamos de deleitarnos en Dios, pero la Escritura revela algo igualmente profundo: Dios se deleita en nosotros.
“se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.” - Sofonías 3:17
¡Imagina esto! ¡El Creador del universo no solo te ama, sino que se deleita en ti! Él se regocija sobre ti con cánticos. Esta revelación del afecto de Dios tiene el poder de calmar todos tus temores.
Así como un bebé se calma en los brazos de su padre o madre, tus miedos se apaciguarán cuando te des cuenta de cuán profundamente Dios te ama. Su amor aquieta las tormentas de la ansiedad y la duda.
Un ánimo personal
La Escritura ofrece este ánimo personal:
“¡Ánimo, Sion! ¡No temas!” (Sofonías 3:16, NTV).
Esto no es solo para el antiguo Israel. Inserta tu propio nombre: “¡Alégrate, [tu nombre]! ¡No tengas miedo!”
¿Por qué no deberías temer? Porque:
El Señor tu Dios vive en medio de ti
Él es un poderoso salvador
Se deleita en ti
Su amor calma todos tus temores
Se regocija sobre ti con cantos de alegría
Conclusión
Al enfrentar esta nueva semana, recuerda que buscar a Dios primero lo cambia todo. Cuando surjan problemas, no conviertas a Dios en tu último recurso. Dispón tu corazón con determinación para buscarlo como tu necesidad vital. Reconoce Su presencia en medio de ti, y permite que Su amor calme tus temores.
Recuerda decirte cada mañana: “¡Alégrate! ¡No temas! El Señor mi Dios está conmigo, y se deleita en mí.”
Reflexiona sobre esto
¿En qué áreas de tu vida has estado buscando a Dios al final en lugar de al principio?
¿Cómo cambiaría tu perspectiva sobre los desafíos actuales si realmente creyeras que Dios se regocija sobre ti con cantos?
Oración
Padre celestial, te doy gracias por tu Palabra que me recuerda que estás en medio de mí. Decido buscarte primero en toda situación, no como último recurso. Gracias por deleitarte en mí y regocijarte sobre mí con alegría. Cuando vengan los temores, cálmame con tu amor. Ayúdame a ver mis circunstancias con tus ojos y a recordar que siempre estás conmigo. Declaro que no temeré porque Tú, mi poderoso Salvador, estás en medio de mí. En el nombre de Jesús, amén.
Puntos clave
Cuando surjan problemas, busca a Dios primero y no como último recurso.
La perspectiva de Dios transforma cómo vemos nuestros desafíos.
La presencia del Señor en medio de nosotros es la clave para vencer el miedo.
Dios se deleita en nosotros y se regocija con cantos.
El amor divino tiene el poder de calmar todos nuestros temores.
Todo el contenido de este blog es propiedad de Henley Samuel Ministries. Para permisos o consultas relacionadas con el uso de cualquier material, por favor contáctanos en contact@henleysamuel.org.




Comments