Autoridad Divina
- Henley Samuel
- 2 days ago
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Julio 15, 2025

Hoy, exploremos nuestra autoridad divina como creyentes. Esto no se trata de sentirnos poderosos, sino de reconocer la posición que tenemos en Cristo para superar desafíos y vivir victoriosos. Prepárate para ser equipado mientras profundizamos en las Escrituras y descubrimos verdades que transformarán tu perspectiva.
Firmes en Cristo
La estrategia del enemigo es implacable. Quiere mantenernos abajo, hacernos sentir inferiores y evitar que cumplamos nuestro potencial dado por Dios. Su objetivo es agobiarnos con cargas, como la mujer en Lucas 13 que estuvo encorvada por un espíritu durante dieciocho años.
Cuando Jesús la vio, Su compasión lo movió a actuar:
"Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: 'Mujer, quedas libre de tu enfermedad.'" - Lucas 13:12
Jesús no solo ofreció palabras, sino que declaró su libertad y puso Sus manos sobre ella. Inmediatamente, ella se enderezó y glorificó a Dios. Esta poderosa demostración muestra la autoridad que tenemos en Cristo. Jesús la liberó de la esclavitud espiritual que la había mantenido cautiva por años.
Nuestra Posición Celestial
No somos personas ordinarias luchando en un mundo hostil. La Escritura revela nuestra verdadera posición espiritual:
"Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús." - Efesios 2:6
Esta es nuestra realidad: estamos sentados con Cristo, muy por encima de todo poder de las tinieblas. Todo lo que está bajo los pies de Jesús está bajo nuestros pies. El enemigo está debajo de nosotros, y se nos ha dado autoridad sobre todas sus obras.
Resistiendo al Enemigo
Tenemos todo lo necesario para vencer. Poseemos el poder, la autoridad y la semejanza de Dios. La sangre de Jesús habla mejores cosas que cualquier acusación que el enemigo traiga contra nosotros. Pero debemos resistir activamente:
"Resistid al diablo, y huirá de vosotros." - Santiago 4:7
Esto no es una sugerencia, es un mandato. Resistimos la enfermedad y las obras del enemigo usando la Palabra de Dios como nuestra arma, creyendo Sus promesas, hablando fe y haciendo lo opuesto a lo que el enemigo sugiere. Cuando susurra duda y temor, respondemos con la verdad.
Acceso al Padre
Por medio de Jesús, tenemos acceso directo al Padre por un solo Espíritu. Ya no somos extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
Estamos conectados a la fuente misma de vida, poder y amor. Somos parte de una familia divina, unidos en Cristo y empoderados por el Espíritu Santo.
El Cuerpo en Acción
Jesús es la cabeza, y nosotros somos Su cuerpo, Sus manos, pies y voz en este mundo. Nuestras manos pueden sanar cuando las imponemos sobre los enfermos y declaramos sanidad, así como lo Jesús hizo con la mujer encorvada:
"Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios." - Lucas 13:13
Podemos hablar palabras de vida y ser la presencia de Cristo, trayendo esperanza, sanidad y liberación a los necesitados.
Conclusión
Hoy, abraza tu identidad como hijo de Dios, sentado con Cristo en los lugares celestiales. Reconoce la autoridad que se te ha dado y ejercítala con valentía. Resiste al enemigo, habla la Palabra de Dios y libera el poder del Cielo en tu vida y en la de otros. Camina en autoridad divina, sabiendo que eres más que vencedor por medio de Cristo que te ama.
La mujer que estuvo encorvada durante dieciocho años no permaneció en esa condición cuando se encontró con Jesús. De igual manera, tú no tienes que permanecer atado por limitaciones, temores o enfermedades. Mantente firme en tu autoridad dada por Dios. Habla a tus montañas con confianza. Impón tus manos sobre los enfermos con expectativa. Vive como quien entiende su posición en Cristo: por encima, no debajo; cabeza, no cola; bendecido, no maldito.
Tu autoridad no se basa en tu desempeño, sino en la obra terminada de Cristo. Es tiempo de caminar plenamente en ella.
Reflexiona en Esto
¿En qué áreas específicas de tu vida necesitas ejercer mayor autoridad?
¿Cómo puedes ser más intencional al hablar la Palabra de Dios y liberar Su poder en tus interacciones diarias?
Oración
Padre Celestial, gracias por la autoridad que me has dado a través de Jesús. Declaro que estoy sentado con Cristo en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado y potestad. Resisto al enemigo y declaro que debe huir de mí. Libero Tu poder sanador y declaro victoria sobre toda limitación en mi vida. Soy Tu hijo amado, un vaso de Tu poder y amor. En el nombre de Jesús, Amén.
Puntos Clave
El enemigo quiere mantenerte abajo, pero Cristo te ha levantado.
Resiste al diablo usando la Palabra de Dios, creyendo Sus promesas y hablando fe.
Estás sentado con Cristo en los lugares celestiales, muy por encima del enemigo y sus planes.
Por medio de Jesús, tienes acceso al Padre y al poder del Espíritu Santo.
Como cuerpo de Cristo, tus manos pueden sanar, tu voz puede hablar vida y tu presencia puede traer esperanza.
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