Abrazo Divino
- Henley Samuel

- May 10
- 2 min read
Mayo 10, 2025

Hoy, exploremos la profunda verdad del amor y la aceptación de nuestro Padre. Cuando realmente entendemos cuán profundamente somos amados, esto transforma nuestra perspectiva sobre todo, desde nuestros errores pasados hasta nuestras posibilidades futuras. Prepara tu corazón para recibir este mensaje transformador sobre la compasión que nos espera cuando decidimos volver a casa.
Mereces Bendición
Todos nos hemos quedado cortos de la gloria de Dios.
La Escritura nos recuerda que
"por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios." - Romanos 3:23
Sin Jesús, ninguno de nosotros podría ser justo. Nuestra propia justicia es como trapos sucios.
Pero todo cambió en la cruz. Hubo un intercambio divino.
Por lo que Jesús logró, ahora mereces bendición. Mereces sanidad. Mereces el abrazo del Padre. Cuando aceptaste a Jesús como tu Salvador, tu estatus cambió para siempre.
El enemigo puede susurrar que no mereces cosas buenas. El mundo podría decirte que tus errores te descalifican de la bendición. Pero tu Padre dice lo contrario. Pon tu mano sobre tu cabeza y declara esta verdad:
"Merezco bendición. Merezco sanidad. Soy la justicia de Dios por lo que Jesús ha hecho."
Más Allá de Tus Errores
Quizás pienses: "Pero yo causé mis propios problemas. Tomé malas decisiones que me llevaron a estas consecuencias." Tal vez levantaste algo de manera incorrecta y te lastimaste la espalda. Tal vez fumaste y desarrollaste problemas de salud. Aunque las acciones tienen consecuencias naturales, el amor de tu Padre trasciende tus errores.
Tu pasado ya pasó. Tu Padre sostiene tu futuro. En Su presencia, todo problema, enfermedad, dolencia y maldición debe doblarse ante el nombre de Jesús. Su compasión cubre tu vergüenza, así como el padre en la parábola no se preocupó por cómo olía su hijo después de vivir entre cerdos. Simplemente quería abrazarlo.
Cuando el padre corrió hacia su hijo, dejó de lado la dignidad y las expectativas culturales. De manera similar, Jesús tomó nuestra vergüenza en la cruz. Desde que el primer pecado de Adán y Eva trajo vergüenza al mundo, la humanidad ha luchado con esta carga. Pero en el Calvario, Jesús llevó nuestra deshonra públicamente para que pudiéramos caminar en libertad.
El padre en la parábola tenía una prioridad: "Nadie debe apedrear a mi hijo. Nadie debe tocarlo. Yo seré la primera persona en cubrirlo de gloria, la primera persona en besarlo, la primera persona en abrazarlo." Así es como tu Padre celestial se siente por ti.
El Cambio Venidero
Hay una palabra profética para ti hoy. Quizás hasta hoy este año no trajo los avances que esperabas. Anímate, un cambio se acerca. Por lo que Jesús logró en la cruz, estás posicionado para la transformación.
La próxima temporada de tu vida no reflejará las luchas del pasado. Estás entrando en meses de milagros, sanidad, prosperidad y un conocimiento más profundo de Dios. Esto no es pensamiento ilusorio, es tu herencia como hijo de Dios.
Tu Posición Divina
Como creyentes, ocupamos una posición privilegiada en el ámbito espiritual. No nos preocupan las cosas que suceden a nuestro alrededor porque podemos hablar a las montañas y ellas se moverán al mar. Ningún enemigo puede acercarse a nosotros porque Dios nos ha dado seguridad y protección, enviando a Sus ángeles a nuestro alrededor como un muro—el muro más alto que nadie puede romper.
No eres definido por tus circunstancias, sino por tu posición en Cristo. Estás experimentando una realidad de "cima de montaña". Tu Padre te ha enseñado a subir más alto, a ver desde Su perspectiva, a vivir desde un lugar de victoria y no de lucha.
Conclusión
El padre de nuestra historia no solo aceptó de vuelta a su hijo, sino que lo celebró generosamente, a pesar de las quejas del hermano mayor. De manera similar, tu Padre celestial no solo te tolera; se deleita en ti. Corre hacia ti con los brazos abiertos, listo para restaurar todo lo que el enemigo ha robado.
Hoy, recibe esta verdad profundamente en tu espíritu: Eres amado. Eres perdonado. Eres digno de bendición, no por tu desempeño, sino por la obra terminada de Jesús. Deja que esta revelación transforme cómo te ves a ti mismo y cómo enfrentas cada nuevo día.
Reflexiona Sobre Esto
¿Cómo cambiaría tu vida si realmente creyeras que mereces las bendiciones de Dios por el sacrificio de Jesús?
¿Qué áreas de vergüenza o indignidad necesitas rendir hoy al abrazo compasivo de tu Padre?
Oración
Padre celestial, te doy gracias por tu compasión que corre hacia mí aun cuando estoy lejos. Declaro que, por Jesús, soy justo, bendecido y merecedor de tu bondad. Recibo tu abrazo que cubre toda mi vergüenza. Rechazo toda mentira que dice que no soy digno de tus bendiciones. Gracias porque un cambio divino está ocurriendo en mi vida. Lo viejo ha pasado; lo nuevo ha llegado. Camino hacia adelante con confianza, sabiendo que soy tu hijo amado en quien tienes complacencia. En el nombre de Jesús, Amén.
Puntos Clave
Por el sacrificio de Jesús, ahora merecemos bendición, sanidad y restauración.
Nuestros errores del pasado no nos descalifican de la bondad de Dios; Su compasión trasciende nuestras fallas.
Ocupamos una posición de autoridad espiritual donde podemos hablar a las montañas y ellas se moverán.
Nuestros errores del pasado no nos descalifican de la bondad de Dios; Su compasión trasciende nuestras fallas.
Un cambio divino viene, espera milagros, sanidad y prosperidad en tu próxima temporada.
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